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Volumen II - SAM

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El efecto de la EPS provoca una pérdida de material sobre el sustrato siguiendo la dirección del flujo, así<br />

como un cambio en la rugosidad superficial. Las variables que afectan la EPS son básicamente de tres tipos: las<br />

que se refieren al flujo, a las partículas y las del material.<br />

Naturalmente, las variables de flujo son determinantes, ya que tal como se observa en la figura 2, la<br />

energía de impacto de las partículas será función de la velocidad y del ángulo de impacto. Este puede variar entre<br />

0 y 90º; tal como se observa en la figura 3, la pérdida de desgaste será función no solo de las variables de flujo y<br />

de partícula, sino del material. En materiales dúctiles, tal como el acero naval, la mayor tasa de remoción se da<br />

entre los 25 y 40º; en los frágiles, será a 90º.<br />

Las variables de partícula son el tipo, tamaño, forma y modo de degradación. El tipo, es decir su<br />

composición química y por lo tanto su dureza, es fundamental; cuanto mayor sea su dureza, mayor será la tasa de<br />

EPS. El tamaño influye críticamente ya que es directamente proporcional a la energía de impacto, de la misma<br />

manera que la forma, ya que es intuitivo que una partícula esférica no será tan agresiva como una facetada [2].<br />

Luego, el modo de degradación es crítico: tal como se observa en la figura 4, luego del impacto, las posibilidades<br />

pueden ser 3; y no es lo mismo que la partícula se desintegre a que prácticamente no se deteriore, y esto está<br />

directamente relacionado con la reciclabilidad del abrasivo..<br />

Figura 2. Variables de flujo. Figura 3. Tasa de EPS, en función Figura 4. Modo de degradación.<br />

del ángulo de taque y del material.<br />

Por último, de las variables inherentes al material podemos citar su dureza, el comportamiento al<br />

endurecimiento por deformación, su microestructura, etc. Un aspecto crítico será la temperatura de la operación<br />

y el análisis no es simple, ya que además de influir sobre las propiedades del sustrato, incide sobre la viscosidad<br />

del medio, que en caso de ser líquido afecta al número de Reynolds, por lo que puede modificar un flujo de<br />

régimen laminar a uno turbulento.<br />

Abrasivos: arenas y granallas<br />

Las arenas de río, base sílice, son de amplia disponibilidad y bajo costo y muy bajo precio. Esta no se<br />

utiliza a granel sino que debe ser tamizada, eliminando los finos que no erosionan y los gruesos que obturan el<br />

equipo. Las arenas ideales deben ser al menos 82% de SiO2, cloruros ≤ a 100ppm, sulfatos ≤ a 100ppm,<br />

contenido de humedad ≤ a 0,3% (3gr de agua/Kg de arena), no deberá contener arcillas ni carbonatos y su dureza<br />

Mohs ≥ a 7. Estas arenas son muy frágiles y, proyectadas por equipos de alta producción, solo se las pueden<br />

utilizar una única vez debido a que más del 80% queda con una granulometría inferior a 300 Mesh. Estos<br />

tamaños de partícula generan importantes nubes de polvo.<br />

Las granallas metálicas, aceros al 1% C, son de estructura martensítica fina con un posterior revenido,<br />

asegurando de tal forma la resistencia a fatiga. Se las fabrica en diferentes granulometrías y durezas, haciendo<br />

posible un excelente resultado en diferentes aplicaciones. Este tipo de tratamiento se utiliza generalmente en<br />

pequeña o mediana escala, en recintos cerrados de circuito cerrado, diseñados de tal forman que permitan la<br />

recuperación del material que es de alto costo. Este material recuperado, previa separación de impurezas<br />

(granallas partidas, óxidos, polvo, etc), se reutiliza hasta un límite impuesto por el tamaño de partícula, que por<br />

debajo de un determinado umbral hace a la operación poco eficiente, lo que obliga al cambio del abrasivo.<br />

Salud - Seguridad - Medio ambiente<br />

Trabajos a gran escala por arenado suelen ser restringidos. Los operarios están expuestos a graves e<br />

irremediables daños, incluso a inmediatas irritaciones en ojos, nariz, boca y oídos. Los equipos de seguridad para<br />

estas tareas se diseñan especialmente para soportar las exigencias, tanto del arenador, como del personal de<br />

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