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Tratado De Derecho Penal - Parte General - Tomo III

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Por este camino, Nowakowski ha reducido la conducta a -un mero<br />

proceso causal y Maihofer termina eliminando de la conducta, no sólm<br />

la voluntad, sino también la causalidad y hasta el movimiento corporal s5.<br />

El argumento que apela a la afirmación de que hay acciones<br />

típicas sin voluntad había sido esgrimido por el mismo Helltnuth von<br />

Weber, tal como lo hemos vistoeG. Por idéntica vía argumenta1 se ha<br />

insistido en un concepto más amplio de acción, capaz de cubrir verdaderos<br />

actos involuatarios. Así es el concepto que reclama Schwebes7,<br />

y recientemente, Stenner sostiene que hay formas de conducta reflejas<br />

y automáticas que no pueden ser seleccionadas por la voluntad. Stenner<br />

funda su afirmación en que "en todo movimiento voluntario se insertan<br />

procesos propismente reflejos. Casi toda conducta voluntaria se<br />

lanza sobre cursos de movimientos automatizados. <strong>De</strong>terminados reflejos<br />

son ieprimibles voluntariamente. Todas las formas de conductas<br />

automáticas son voluntariamente gobernables y reprimibles. Una vez<br />

puesto en camino un acontecimiento reflejo, no puede ya dominarse,<br />

pero en la automatización, la voluntad puede intervenir en todo momento<br />

corrigiendo el suceso, aunque hay casos de reacciones automatizadas<br />

tan rápidas que la voluntad llega demasiado tardeMD8. Eri realidad,<br />

la investigación de Stenner de& llevarnos a la conclusión de que<br />

no debe excluirse del ámbito de lo voluntario -y por ende de la conducta-<br />

a ciertas formas de conductas reflejas y automáticas, que la<br />

voluntad es incapaz de controlar.<br />

Otto manifiesta claramente que el resultado práctico de las llamadas<br />

"teorías de la acción", a las que denomina "un problema aparente",<br />

es que muestran casos en los que falta la conducta voluntaria<br />

de la persona. Ejemplifica con el caso de un sonámbulo que en una<br />

salida nocturna por un tejado choca contra una chimenea, derribándola<br />

y causando la muerte de una persona a quien le cae la chimenea en la<br />

cabeza, o el de un colocador de tejas que sufre un vahído y cae del<br />

tejado sobre la cabeza de otra persona a la que lesiona gravemente 99.<br />

En base a la observación de que en el momento de la caída no hay<br />

voluntad, pretende negar el resultado práctico de cualquiera de las<br />

teorías "pretípicas de la acción", cuando a nuestro entender se hace<br />

evidente que hay conducta voluntaria en ambos casos, que es la de<br />

acostarse a dormir por parte del sonámbulo, y que puede ser típica en<br />

caso de que conociese su sonambulismo y no tomase las providencias<br />

necesarias para evitar este tipo de accidentes, y la de ascender al techo<br />

por parte del colocador de tejas, que también puede ser típica, en caso<br />

que conociese su padecimiento y el corisiguiente riesgo de accidente.<br />

"5 Sobre ello, KAIJFMANN, A~IIN, en op. cit. en RJV, p. 53.<br />

"V. supra, (j 263.<br />

" SCIIWEBE, GCNTER, Iiefl~~betoegung, Handlirng, Vorsatz, en "?%minalwissenshchitften<br />

Abhandlimgen , T. 6, Lübeck, 1972.<br />

STEVNER, PETER. Vie strafreclttliclle Behandlung uon reflektorischen<br />

urid acitonlatisierten Verltaltensweisen, Diss., Gottingen, 1975. En sentido crítico,<br />

MOREVO H., MOIS~S, Die finule Handlungsbegrtff . . . , cit., p. 217.<br />

""07.7-0, I~ARRO, p. 184.

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