28.04.2013 Views

James Joyce

James Joyce

James Joyce

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

203<br />

a venir a cenar esta noche,<br />

tarán tarán tan.<br />

No pega mucho.<br />

Yaves: dos meses si consigo que Nannetti. Eso serían dos libras con diez unas dos<br />

libras y ocho chelines. Tres que me debe Hynes. Dos con once. El carromato de la<br />

fábrica de tintes Prescott allí. Si consigo el anuncio de Billy Prescott: dos con<br />

quince. Cinco guineas aproximadamente. Nadando en la abundancia.<br />

Podría comprarle una de esas enaguas de seda a Molly, del color de las ligas<br />

nuevas.<br />

Hoy. Hoy. No pensar.<br />

Recorrido por el sur después. ¿Qué tal la costa inglesa? Brighton, Margate. Los<br />

espigones a la luz de la luna. Su voz flotando a lo lejos. Aquellas encantadoras<br />

chicas dula playa. Contra la pared de la taberna John Long un soñoliento zángano<br />

sestea sus pensamientos profundos, royéndose un nudillo costroso. Hombre para<br />

todo necesita trabajo. Jomal bajo. Comería cualquier cosa.<br />

Mr. Bloom dobló delante del escaparate de Gray la confitera con tartas no<br />

despachadas y dejó atrás la librería del reverendo Thomas Connellan. Por qué dejé<br />

la iglesia de Roma. Mujeres del Nido de pajarillos lo manejan. Se dice que solían<br />

darle sopa a los niños necesitados para que se convirtieran al protestantismo cuando<br />

la plaga de la patata. Asociación al otro lado de la calle a la que iba papá para la<br />

conversión de los pobres judíos. El mismo cebo. Por qué délamos la iglesia de<br />

Roma.<br />

Un mozalbete ciego de pie bordoneaba el bordillo con su delgado bastón. Ningún<br />

tranvía a la vista. Quiere cruzar.<br />

-¿Quiere usted cruzar? preguntó Mr. Bloom.<br />

El mozalbete ciego no contestó. Su cara enjalbegada se frunció débilmente. Movió<br />

la cabeza indecisamente.<br />

-Está usted en Dawson Street, dijo Mr. Bloom. Molesworth Street está enfrente.<br />

¿Quiere cruzar? No hay ningún obstáculo.<br />

El bastón se movió hacia fuera temblando a la izquierda. El ojo de Mr. Bloom<br />

siguió la dirección y volvió a ver el carromato de la fábrica de tintes estacionado

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!