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James Joyce

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428<br />

No. Olordehombre, quiero decir. Tiene que estar relacionado con eso porque los<br />

curas que se suponen que lo son son diferentes. Las mujeres mosconean a su<br />

alrededor como las moscas alrededor de la meladura. A este lado de la barandilla<br />

del altar se empeñan en saltarla a toda costa. El árbol del sacerdote prohibido. Oh,<br />

padre ¿querría? Déjeme ser la primera que. Eso se difunde por todo el cuerpo, se<br />

impregna. Germen de vida. Y es extremadamente cunoso el olor. Salsa de apio.<br />

Permítame.<br />

Mr. Bloom introdujo la nariz. Ummm. En la. Ummm. La abertura del chaleco.<br />

Almendras o. No. A limones es. Ah no, es el jabón.<br />

A propósito la loción. Sabía que tenía algo en la cabeza. No he vuelto y no pagué<br />

el jabón. Me desagrada andar llevando botellas como la tarasca de esta mañana.<br />

Hynes ya me podía haber pagado los tres chelines. Podría mencionar la taberna<br />

Meagher sólo como recordatorio. Aun así si hace el texto. Dos chelines con nueve.<br />

Mala opinión de mí tendrá. Iré mañana. ¿Cuánto le debo? ¿Tres chelines con nueve?<br />

Dos con nueve, señor. Ah. Podría hacer que no fiara en el futuro. Se pierde clientela<br />

de ese modo. En los bares sucede. Algunos engordan la cuenta en la pizarra y luego<br />

se escabullen por los callejones y se van a otro sitio.<br />

Ahí va el noble que pasó antes. Como suspiro que el viento se lleva. Llegar justo<br />

para volverse. Siempre en casa a la hora de comer. Parece reventado: se dio una<br />

buena tripada. Disfrutando de la naturaleza ahora. La bendición después de las<br />

comidas. Después de la cena andar una milla. Seguro que tiene su pequeña cuenta<br />

en el banco en alguna parte, un carguito con el gobierno. Anda detrás de él y haz<br />

que se sienta violento como los gaceteros hicieron conmigo hoy. Aun así se aprende<br />

algo. Vemos como otros nos ven. Con tal de que las mujeres no nos tomen el pelo<br />

¿qué importa? Ésa es la manera de saberlo. Pregúntate quién es él ahora mismo. El<br />

hombre misterioso de la playa, cuento premiado titbit por Don Leopold Bloom. A<br />

razón de una guinea la columna. Y ese tipo hoy junto a la sepultura con la gabardina<br />

marrón. Kismet encallecido sin embargo. Lo sano quizá lo absorbe todo. Canción<br />

desafinada atrae lluvia dicen. Debe de haber algo en alguna parte. La sal en el<br />

Ormond húmeda. El cuerpo siente el ambiente. Las articulaciones de la vieja Betty<br />

la llevan de cabeza. La profecía de la tía Shipton sobre barcos que vuelan en un

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