28.04.2013 Views

James Joyce

James Joyce

James Joyce

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

223<br />

toriosamente el juego de reír y yacer. El fingido donjuanismo no le salvará. Ningún<br />

desfacer posterior desfará el primer entuerto. El colmillo del jabalí le ha malherido<br />

ahí donde el amor yace sangnendo. Si la fierecilla es domada, a ella aún le queda el<br />

arma invisible de mujer. Hay, lo siento en las palabras, un cierto aguijón de la carne<br />

que le arrastra a una nueva pasión, de la primera caída sombra más oscura, que le<br />

oscurece incluso su propia comprensión de sí mismo. Un destino igual le aguarda y<br />

los dos furores se enredan en un torbellino.<br />

Ascuchan. Y vierto en el pórtico de sus oídos.<br />

-El alma ha recibido antes un golpe mortal, un veneno vertido en el pórtico de un<br />

oído durmiente. Pero ésos a los que se les arranca la su vida durante el sueño no<br />

pueden conocer la forma de su calma a no ser que el Creador dote a sus almas de<br />

ese conocimiento en la vida venidera. El envenenamiento y la bestia de dos espaldas<br />

que lo provocó el espectro del Rey Hamlet no podía saberlo de no haber sido dotado<br />

de conocimiento por su creador. Es por eso que el discurso (en torpe inglés<br />

indecoroso) siempre toma otro camino, hacia atrás. Seductor y seducido, lo que<br />

quiso pero no quiso, lo acompaña desde las redondeces de marfil garzoglobulares de<br />

Lucrecia hasta el pecho de Imogen, desnudo, con su espiga cinquemoteada. Vuelve,<br />

cansado de la creación que él ha apilado para esconderse de sí mismo, perro viejo<br />

lamiéndose una vieja herida. Pero, porque las pérdidas son sus ganancias, pasa a la<br />

eternidad con personalidad no menguada, no instruido por la sabiduría que él ha<br />

escrito ni por las leyes que él ha revelado. La visera está levantada. Es un espectro,<br />

una sombra ahora, el viento por las rocas de Elsinore o lo que ustedes quieran, la<br />

voz del mar, una voz que se escucha sólo en el corazón de aquel que es la susta ncia<br />

de su sombra, el hijo consustancial con el padre.<br />

-¡Amén! respondieron desde la puerta. ¿Has vuelto a encontrarme, enemigo mío?<br />

Entracte.<br />

Con cara irreverente, adusta como la de un deán, Buck Mulligan se acercó, luego<br />

despreocupado pajarero, hacia el saludo de sus sonrisas. Mi telegrama.<br />

-¿Hablabas del vertebrado gaseoso, si no ando descaminado? preguntó a Stephen.<br />

Chaleco lila, saludó alegremente con el panamá quitado como si se tratara de una<br />

sonaja.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!