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James Joyce

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409<br />

daderamente la amaba. Había heridas que debían curarse con el bálsamo del<br />

corazón. Ella era una mujer muy mujer no como otras chicas casquivanas poco<br />

femeninas que él hubiera conocido, esas ciclistas presumiendo de lo que no tienen y<br />

ella ansiaba conocerlo todo, perdonarlo todo si pudiera hacer que se enamorara de<br />

ella, que olvidara los recuerdos del pasado. Entonces tal vez la abrazaría con<br />

ternura, como un verdadero hombre, oprimiendo su cuerpo suave contra él, y la<br />

amaría, su niñita, para ella sólo.<br />

Refugio de pecadores. Consuelo de los afligidos. Ora pro nobis. Con razón se ha<br />

dicho que quienquiera que le rece con fe y constancia nunca se sentirá perdido ni<br />

abandonado: y muy oportunamente es también puerto de refugio para los afligidos a<br />

causa de los siete dolores que le traspasaron el corazón. Gerty podía imaginarse<br />

todo el ambiente en la iglesia, las vidrieras iluminadas, las velas, las flores y los<br />

estandartes azules de la cofradía de la Santísima Virgen y el Padre Conroy ayudaba<br />

al Canónigo O'Hanlon en el altar, llevando y trayendo cosas con los ojos bajos.<br />

Parecía casi un santo y su confesionario estaba tan tranquilo y limpio y oscuro y sus<br />

manos eran como de blanca cera y si ella algún día se metía a monja dominica con<br />

sus hábitos blancos quizá viniera él al convento para la novena de Santo Domingo.<br />

Le dijo aquella vez que ella le habló de aquello en confesión, poniéndose colorada<br />

hasta la raíz del pelo por temor a que pudiera verla, que no se preocupara porque<br />

eso era sólo la voz de la naturaleza y que todos estábamos sujetos a las leyes de la<br />

naturaleza, dijo, en esta vida y que eso no era pecado porque eso provenía de la<br />

naturaleza de la mujer instituida por Dios, dijo, y que Nuestra Señora misma le dijo<br />

al arcángel Gabriel hágase en mí según Tu Palabra. Era tan bondadoso y santo y una<br />

y otra vez había pensado y pensado que podría hacerle un cubretetera acolchado con<br />

un diseño floral bordado para él de regalo o un reloj pero ya tenían un reloj había<br />

observado encima de la repisa de la chimenea blanco y oro con un canario que salía<br />

de una casita para dar la hora el día que fue allí por lo de las flores para la adoración<br />

de las cuarenta horas porque era diñcil saber qué clase de regalo hacerle o quizá un<br />

álbum de vistas coloreadas de Dublín o de algún lugar.<br />

Los irritantes mocosflos de los mellizos empezaron a pelear otra vez y Jacky tiró<br />

la pelota para el mar y los dos echaron a correr detrás. Pequeños macacos más

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