28.04.2013 Views

James Joyce

James Joyce

James Joyce

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

285<br />

Probó una cucharada del cono cremoso de su taza.<br />

-Ésta es auténtica crema irlandesa supongo, dijo con transigencia. No quiero que<br />

me engañen.<br />

Elías, esquife, ligero prospecto arrugado, pasó navegando hacia el este junto a<br />

flancos de barcos y a traineras, en medio de un archipiélago de corchos, más allá de<br />

New Wapping Street por delante del transbordador de Benson, y junto a la goleta<br />

trimástil Rosevean de Bridgwater con ladrillos.<br />

Almidano Artifoni dejó atrás Holles Street, las caballerizas de Sewell. Tras él<br />

Cashel Boyle O'Connor Fitzmaunce Tisdall Farrell, con bastonparaguasguardapolvo<br />

colgando, evitó la farola delante de la casa de Mr. Law Smith y, cruzando, caminó a<br />

lo largo de Merrion Square. Distantemente tras él un mozalbete ciego bordoneaba<br />

su camino por el tapial de College Park.<br />

Cashel Boyle O'Connor Fitzmaunce Tisdall Farrell caminó hasta los<br />

reconfortantes escaparates de Mr. Lewis Wemer, después giró y caminó de vuelta a<br />

zancadas por Memon Square, el bastonparaguasguardapolvo colgando.<br />

En la esquina de la casa de Wilde se detuvo, frunció el ceño al nombre de Elías<br />

que se anunciaba en Metropolitan Hall, frunció el ceño a los distantes arriates de<br />

Duke's Lawn. Su anteojo resplandeció frunciendo el ceño al sol. Enseñando dientes<br />

ratoniles masculló:<br />

-Coactus volui.<br />

Siguió a zancadas hacia Clare Street, rechinando palabras airadas.<br />

Al pasar zanqueando delante del escaparate dental de Mr. Bloom el vaivén de su<br />

guardapolvo rozó bruscamente el ángulo de un delgado bastón bordoneante y<br />

avanzó incontenible hacia delante, tras haber chocado con un cuerpo sin nervio. El<br />

mozalbete ciego volvió la cara enfermiza hacia la figura que zanqueaba.<br />

-¡Dios te confunda, dijo ásperamente, quienquiera que seas! ¡Estás más cegato que<br />

yo, hijo de la gran puta!<br />

Enfrente del bar Ruggy O'Donohoe el señorito Patrick Aloysius Dignar,<br />

manoteando la libra y media de filetes de cerdo de casa Mangan, antes Fehrenbach,<br />

por la que había sido mandado, iba por la cálida Wicklow Street remoloneando. Era

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!