28.04.2013 Views

James Joyce

James Joyce

James Joyce

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

734<br />

-Gracias, contestó Corley, es usted todo un caballero. Se lo devolveré algún día.<br />

¿Quién es ése que va con usted? Lo he visto unas cuantas veces en el Bleeding<br />

Horse en Candem Street con Boylan, el cartelero. Podría hablar por un servidor para<br />

que me cojan allí. Podría llevar un anuncio sólo que la chica de la oficina me dijo<br />

que están a tope durante las tres próximas semanas, hombre. Dios, hay que<br />

registrarse de antemano, hombre, cualquiera diría que era para la compañía de Carl<br />

Rosa. Me importa un carajo de cualquier manera siempre que consiga un empleo,<br />

aunque sea de barrendero.<br />

Subsiguientemente no estando tan deprimido después de los dos chelines con seis<br />

que había conseguido informó a Stephen acerca de un sujeto llamado Comisky<br />

Bombachos que decía que Stephen conocía bien de Fullam, el proveedor de buques,<br />

el contable de allí que solía andar a menudo por donde la trastienda de Nagle con<br />

O'Mara y un pequeñajo con un tartamudeo de nombre Tighe. De todas formas le<br />

echaron el guante anteanoche y multado con diez chelines por borracho y alteración<br />

del orden y resistencia a la autondad.<br />

Mr. Bloom mientras tanto remoloneaba de acá para allá en las proximidades de los<br />

adoquines cerca del brasero de coque delante de la garita del guarda de la<br />

corporación el cual evidentemente un loco del trabajo, le chocó, estaba echando una<br />

cabezadita prácticamente como quien dice a su cuenta y riesgo mientras Dublín<br />

dormía. Le echaba un vistazo al mismo tiempo de vez en cuando al interlocutor de<br />

Stephen todo menos inmaculadamente ataviado como si hubiera visto a aquel noble<br />

en algún sitio aunque dónde no estaba en disposición de atestiguar verazmente ni<br />

tenía la más remota idea de cuándo. Siendo un individuo sopesado que le daba mil<br />

vueltas a no pocos en cuanto a observación sagaz reparó también en su muy<br />

desvencijado sombrero y ajado atuendo que atestiguaban su impecunia crónica.<br />

Palpablemente era uno de esos gorrones si vamos a eso para los que era meramente<br />

cuestión de estar al acecho del vecino por todas partes, por cada granuja, por así<br />

decirlo, hay otros mil que le dan la vuelta y si vamos a eso si ocurriera que el<br />

hombre de a pie estuviera en el banquillo él mismo trabajos forzados con o sin<br />

opción de multa sería una muy rara avis de todas todas. De cualquier forma tenía

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!