La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

constata la Estrategia española de empleo 2012/2014 al señalar la tendencia al “incremento
de la demanda de formación profesional inicial, vistas las dificultades de acceso al mercado
de trabajo y evidenciadas las mejores oportunidades de inserción laboral de los graduados
en ciclos formativos, entre otros factores”.
La ya citada reforma de 1990, operada por la LOGSE, pretendió mejorar estas enseñanzas,
al asumir una visión integral a partir de la cual procedió a replantear la reglada con el fin de
conectarla con la ocupacional y la continua (por ende, con el mercado de trabajo) a través
del avance que supone la estructura modular y el incremento de los niveles de cualificación
respecto al modelo precedente 134 , abriendo las puertas a un proceso que ha continuado en
las normas posteriores. Ello no obstante, y por su característica formalización y fuerte
estructuración (propia de las enseñanzas regladas), ha seguido presentando algunas
rigideces indeseadas en su relación con el mundo del trabajo 135 , a cuya subsanación aspiran
tanto las recientes LO 2/2011 y LO 4/2011, como el RD 1147/2011, rector de la formación
profesional del sistema educativo y dictado como consecuencia de aquellas normas de
superior rango.
Pese a sus virtudes potenciales, la formación profesional, en su configuración tradicional, ha
sido denostada como opción de segundo orden abierta a los estudiantes menos dotados 136 .
Con las reformas legislativas de los últimos años la formación profesional, tanto de grado
medio (enseñanza secundaria postobligatoria) como de grado superior (educación superior),
ha visto incrementado su prestigio, permitiendo la progresiva superación del estereotipo
merced a diversos factores, entre los que cabe citar, no sólo las exigencias de acceso, sino
también, de un lado, la ubicación de todas las opciones de secundaria en un mismo centro
educativo 137 , mejorando el estatus de la Formación Profesional entre los alumnos y sus
familias (con el coste de hacer que se debilite su identidad propia y que la necesaria
flexibilidad de gestión se vea reducida por mor de la rigidez característica de los criterios de
funcionamiento de la administración educativa 138 ); de otro, la introducción de prácticas en
trabajadores que desean adquirir nueva formación que les permita ser más competitivos en el mercado laboral”, SÁEZ
ARENAS, J.: “Informe sobre la Formación Profesional a distancia en España”, Revista de Educación a Distancia, núm.
25, 2011, pág. 2.
134 La LOGSE “postula la necesidad de dar correcta solución a disfuncionalidades que se han venido manifestando o
agudizando con el transcurso del tiempo y que han configurado la formación profesional inicial como una vía
secundaria, demasiado académica y excesivamente desvinculada y alejada del mundo productivo”, OROVAL PLANAS, E.
y TORRES SOLÉ, T.: La financiación de la formación profesional en España. Retrato descriptivo de la financiación,
Tesalónica (CEDFOP), 2000.
135 AA.VV. (CASAL, J., Dir.): La interrelación de los tres subsistemas de Formación Profesional en España, cit., pág. 70.
“El desarrollo de los sistemas de formación profesional reglada trajo consigo la escolarización de la formación
profesional, su institucionalización y, consiguientemente, también su alejamiento del sistema productivo” [MARHUENDA
FLUIXÁ, F.; BERNARD I GARCIA, J.C. y NAVAS SAURIN, A.: “Las prácticas en empresa como estrategia de enseñanza e
inserción laboral: las empresas de inserción social”, Revista de Educación, núm. 351, 2010, pág. 141]. Sobre esta
cuestión, TEJADA FERNÁNDEZ, J.: “Elementos de convergencia entre la formación profesional y la universidad:
implicaciones para la calidad de la formación profesional superior”, Revista de Educación, núm. 340, 2006, págs. 1103-
1107.
136 GARCÍA ARCE, M.C.: Diálogo social sobre la formación profesional en España, cit., pág. 39 o PÉREZ ESPARRELLS,
C.: “La formación profesional y el sistema nacional de cualificaciones: una clave de futuro”, RMTAS, núm. 31, 2001,
pág. 92.
137 HOMS, O.: La formación profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, cit., págs. 26 y 54, donde insiste
en como “la LOGSE incorporó otra novedad de gran trascendencia para la formación profesional actual. Con la creación
de los Institutos de Enseñanza Secundaria o IES, se abrió la posibilidad de que en un mismo centro educativo se
ofrecieran los estudios de ESO, de bachillerato y de ciclos de formación profesional. Esta propuesta era coherente con la
filosofía integradora de la secundaria, predominante en el ámbito educativo español y, en parte, también en el
internacional. El resultado ha sido que, a pesar de las resistencias y los problemas de aplicación iniciales, la formación
profesional ha adquirido un estatus escolar nuevo, considerado como una vía separada y alternativa a las enseñanzas
escolares generales”.
138 AA.VV. (CASAL, J., Dir.): La interrelación de los tres subsistemas de Formación Profesional en España, cit., pág.
146. “La rigidez en la planificación de los ciclos formativos, las dificultades para adaptar y flexibilizar los currículos
según las demandas del tejido productivo local, las dificultades para construir unos equipos de profesorado según las
necesidades de los centros o las barreras a la demanda de las empresas para poder organizar actividades formativas
son algunos ejemplos de los problemas que la gestión de los centros tienen que afrontar. De hecho, pocos centros
consiguen superar estas dificultades, y muy a menudo sólo de forma temporal. Esta rigidez en la gestión también se
refleja en los equipamientos y dotaciones de recursos, que, a pesar de tener unos niveles mínimos más o menos
aceptables, en ningún caso disponen de la tecnología necesaria para formar al personal cualificado que las políticas de
innovación de las empresas requieren”, HOMS, O.: La formación profesional en España. Hacia la sociedad del
conocimiento, cit., pág. 56.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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