La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

coordinación del legislador en normas de elaboración paralelas resulta casi imposible de
encontrar.
A.- El contrato predoctoral
Regulado en el art. 21 LCTI, el precepto ordena este claro contrato formativo especial
atendiendo a cuatro parámetros fundamentales: objeto y características subjetivas del
trabajador, forma, duración y, finalmente, retribución.
a) Objeto y características subjetivas del trabajador. Su finalidad radica en la realización de
tareas de investigación (lo cual remite al concepto del art. 13.1 LCTI), pero no de unas
cualquiera, sino delimitadas por estar situadas “en el ámbito de un proyecto específico y
novedoso”, lo cual lleva a colegir --aun cuando no lo demande la norma expresamente-- la
necesidad de dejar detalles, al menos, del concreto proyecto y de su novedad; idealmente
también habría de contener la actividad a desarrollar. En Derecho aparece como de un
contrato autónomo --y de ahí que en la tramitación parlamentaria desaparecerá cualquier
referencia a la aplicación supletoria al art. 11.1 ET, lo cual no enervará la necesaria analogía
cuando procediera ex art. 20 LCTI--, en tanto su objeto es realmente singular, aun cuando
no llegue a conformar una verdadera relación laboral especial, sino común con
peculiaridades 202 , donde se prescinde de la beca como estado inicial, aun cuando sin ignorar
su existencia.
Los requisitos a acreditar por el contratado (quien tendrá la consideración de personal
investigador predoctoral en formación) son dos: de un lado, estar en posesión del título de
Licenciado, Ingeniero, Arquitecto, Graduado Universitario (con un grado de, al menos, 300
créditos ECTS --European Credit Transfer System--), Master Universitario o título
equivalente, en este último caso previa acreditación de la equivalencia a través de las vías
oficialmente previstas, como pudiera ser la homologación; de otro, la admisión en un
programa de doctorado, considerado como prius ineludible, que relega cualquier otro
objetivo al margen de la elaboración y defensa de una tesis.
b) Forma. El contrato a celebrar entre el personal en formación predoctoral y su empleador
habrá de ser complementado necesariamente por escrito, acompañándolo del documento o
documentos de admisión al programa de doctorado expedidos por la Unidad responsable del
mismo o, en su caso, por la Escuela de Doctorado o Postgrado.
c) Duración. Partiendo de la necesaria dedicación a tiempo completo (una tesis de altura
difícilmente admite la dedicación a tiempo parcial, a riesgo de demorarla más allá de los
parámetros establecidos en la normativa universitaria), sin perjuicio de la reducción de la
jornada en los supuestos legalmente admitidos, el contrato tiene una naturaleza
estrictamente temporal que coincide con su objetivo, la obtención del título de Doctor, que
no puede prorrogarse indefinidamente. De este modo han de ser entendidas las cuatro
previsiones incorporadas a la letra c) del art. 21 LCTI:
1º.- La duración mínima será de un año, prorrogable por períodos anuales previo informe
favorable de la comisión académica del programa de doctorado o de la Escuela de
Doctorado; dato, este último, proveniente de un órgano colegiado (cabe suponer que
elaborado a partir de quien actúe como tutor y oído el interesado), que podrá actuar como
condición resolutoria del vínculo cuando finalice cada una de las anualidades.
2º.- Las prórrogas abarcan todo el tiempo que dure su permanencia en el programa, sin que
en ningún caso pueda exceder de cuatro años, acumulando el contrato inicial más las tres
prórrogas posteriores. Es menester colegir, de este modo, que en tal plazo el contratado
predoctoral habrá podido defender su tesis, sin que los convenios estén capacitados para
mejorarlo, al tratarse de un máximo de derecho necesario absoluto; con todo, esta limitación
se antoja discutible desde la experiencia y conforme ratifican las estadísticas, las cuales
sitúan tal lapso en casi cinco años de media.
202 Frente a otras opiniones, ya antes de la LCTI, pero también después de la misma, los convincentes razonamientos
de MORENO GENÉ, J.: “La contratación laboral de los investigadores en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la
Innovación: ¿el final del estado de excepción laboral en la ciencia?”, Revista de Trabajo y Seguridad Social (Centro de
Estudios Financieros), núm. 340, 2011, pág. 90.
385 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN