La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

especialización académica o profesional o a promover la iniciación en tareas investigadoras
(nivel 3 del MECES, art. 7 RD 1027/2011), debiendo disponer entre 60 y 120 créditos. Se
distingue, no obstante, entre los Másteres ordinarios y cuantos son precisos para el ejercicio de
profesiones reguladas, respecto a los cuales el Gobierno establecerá las condiciones adicionales
a las que deberán ajustarse los planes de estudios 212 .
El último nivel de los estudios universitarios está constituido por los estudios de Doctorado
(nivel 4 del MECES, ex art. 8 RD 1027/2011), a través de los cuales el estudiante va a adquirir
las competencias y habilidades relacionadas con la investigación científica de calidad,
finalizando con la elaboración y defensa de una tesis doctoral que incorpore resultados
originales de investigación. El programa de doctorado consta de una parte de formación, a la
que pueden acceder cuantos cumplan las condiciones de acceso a las enseñanzas de Máster, y
de otra de investigación, abierta a los colectivos a continuación indicados (art. 19 RD
1393/2007): 1) quienes posean un título oficial de Máster universitario u otro del mismo nivel
expedido por una institución de educación superior del EEES; 2) los titulados conforme a
sistemas educativos ajenos al EEES sin necesidad de la homologación de sus títulos, pero sí
previa comprobación por la Universidad de que acreditan un nivel de formación equivalente a
los correspondientes títulos universitarios españoles y que facultan en el país expedidor del
título para el acceso a enseñanzas de doctorado; 3) quienes hayan superado 60 créditos de
uno o distintos Másteres o 60 créditos de actividades formativas no incluidas en Másteres
universitarios pero informadas favorablemente por ANECA, y 4) cuantos hayan superado un
grado de 300 créditos. Las Universidades son las encargadas de establecer los procedimientos
y criterios de admisión a cualquiera de los períodos del programa, pudiendo exigir una
determinada formación previa específica en determinadas disciplinas. Como novedad, el art. 3
RD 99/2011 fija en tres (estudios a tiempo completo) y cinco años (estudios a tiempo parcial)
la duración máxima de los estudios de doctorado; el art. 9, por su parte, prevé la creación por
las Universidades de Escuelas de Doctorado como órganos encargados de la gestión de estos
estudios.
Los citados (grado, máster y doctorado) son los únicos estudios oficiales posibles. Ello no
obstante, las Universidades pueden impartir otras modalidades de enseñanza, como por
ejemplo, “títulos propios”, que dan cobertura a los múltiples certificados y diplomas que
aquéllas pueden organizar y ofertar sin carácter oficial ni validez en todo el territorio nacional y
sin sujeción al régimen de los precios públicos; “enseñanzas de formación a lo largo de toda la
vida”, que incluyen los cursos destinados a los mayores (art. 34 LOU) 213 y que en Castilla y
León se denominan “Universidad de la Experiencia”; en fin, y por aplicación de normas
especiales, ciertos tipos de enseñanzas que deben impartir las Universidades, entre las que
destacan los contenidos derivados de la Ley 27/2007, de 23 de octubre, por la que se reconocen
las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las
personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, la cual exige la instauración de
programas de formación del profesorado y del personal de administración y servicios como
enseñanzas generales en estos ámbitos 214 .
La dirección emprendida por el RD 1393/2007 ha supuesto, al menos en apariencia, conceder
mayores márgenes de autonomía a las Universidades en lo relativo al contenido de las
enseñanzas oficiales, pero --como crítica-- ello no sólo va a impedir la ansiada armonización de
los estudios superiores de una misma materia en España, sino que hará inverosímil la
armonización de los estudios superiores de las Universidades españolas con los estudios de
igual denominación de las Universidades de otros Estados miembros de la Unión, o con las
Universidades de otros Estados miembros del proceso Bolonia 215 .
No obstante, en realidad la libertad de las Universidades a la hora de establecer sus planes de
estudios está limitada por una sucesión de etapas que operan a modo de puertas o barreras que
212 Que, además, han de ser acordes con la normativa europea aplicable en la materia, LINDE PANIAGUA, E.: El proceso
de Bolonia: un sueño convertido en pesadilla, cit., pág. 199.
213 GÓMEZ VILLORIA, M.D. y PASTOR JAVALOYES, D.: “Art. 34”, cit., pág. 372.
214 GONZÁLEZ GARCÍA, J.V.: “Ordenación de las enseñanzas universitarias”, cit., pág. 664.
215 LINDE PANIAGUA, E.: El proceso de Bolonia: un sueño convertido en pesadilla, cit., pág. 152.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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