La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

generación de nuevos puestos no sería sino “consecuencia de dos fenómenos relacionados entre
sí: la tendencia al desarrollo de actividades terciarias y el hecho de que las empresas de este
sector tienen un tamaño inferior a las del sector de la industria” 60 .
Es preciso reconocer, además, cómo muchas veces esta creación de nuevos puestos de trabajo
es la contrapartida a su destrucción en las grandes empresas 61 , que encuentra, sólo en parte,
acomodo en estas nuevas unidades productivas y, en el resto, llama directamente a diversas
fórmulas de trabajo oculto 62 ; si así fuera, tales programas, lejos de contribuir a crear empleo,
contribuirían a hacerlo aflorar desde la economía sumergida.
Desde otro punto de vista, algunas medidas contra el paro han acabado provocando un efecto
negativo, contrario al pretendido al existir contrataciones fraudulentas y percepciones indebidas
de subsidios 63 . Queriendo fomentar el empleo a través de la contratación temporal, la
legislación ha castigado el empleo estable, o ha actuado al menos como mecanismo destructor
de tal empleo 64 ; de igual modo, la proliferación de contratos temporales ha provocado su
peligrosa precarización 65 .
La reforma laboral de 1997 asumió como retos, no sólo la creación de empleo, sino su mejora y
la reducción de la temporalidad 66 , es decir, buscaba responder conjuntamente al paro, a la
precariedad laboral en el empleo y a la alta rotación de los contratos --y sus efectos:
descualificación, desmotivación, inestabilidad laboral y personal, siniestralidad laboral,
disminución del consumo... 67 --, potenciando, al tiempo, la capacidad para generar empleo
estable, sustituyendo así --en la medida de lo posible-- trabajo precario por trabajo estable y los
contratos temporales por contratos por tiempo indefinido (Exposición de Motivos de la Ley
63/1997, de 26 de diciembre) y fomentando fórmulas de contratación indefinida, eliminando
para ello las medidas de fomento al empleo temporal, salvo las previstas en favor de los
trabajadores minusválidos 68 .
La fuente de esta reforma legislativa fue el Acuerdo Interconfederal sobre Estabilidad en el
Empleo (AIEE) --merecidamente calificado como “pacto político” 69 --, firmado el 28 de abril de
1997 por las organizaciones sindicales y empresariales más representativas a nivel estatal
(CEOE y CEPYME y CC.OO y UGT), quienes efectuaron una serie de apuestas decididas y
decisivas: potenciar la contratación indefinida 70 ; favorecer la inserción laboral y la formación
teórico-práctica de los jóvenes; especificar y delimitar los supuestos de utilización de la
contratación temporal, especialmente los contratos de obra o servicio y eventual por
circunstancias de la producción 71 ; y, en fin, mejorar conjuntamente con el Gobierno el marco de
la protección social del trabajo a tiempo parcial.
60
FITA ORTEGA, F.: La pequeña y mediana empresa en el ordenamiento jurídico-laboral, Valencia (Tirant lo Blanch),
1997, pág. 122.
61
GREFFE, X.: ¿Crean empleo las PYMES?, Madrid (MTAS), 1987, pág. 18.
62
CASTILLO, J.J.: “Descentralización productiva, trabajo y pequeña empresa (estudio de un caso)”, RL, núm. 8, 1985,
pág. 129.
63
FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ, J.J.; MARTÍNEZ BARROSO, Mª.R. y RODRÍGUEZ ESCANCIANO, S.: El Derecho del Trabajo
tras las últimas reformas “flexibilizadoras” de la relación laboral, Madrid (CGPJ), 1998, págs. 282-283.
64
RODRÍGUEZ-PIÑERO Y BRAVO-FERRER, M.: “La reforma legislativa anunciada y el Acuerdo Interconfederal para la
Estabilidad del Empleo”, RL, 1997, T. I, pág. 75.
65
La arraigada costumbre de la temporalidad ha creado unos hábitos y costumbres en los empresarios, pero también en
los trabajadores, quienes ven como normal y frecuente la rotación, el encadenamiento de contratos bajo diversas formas
contractuales y el aumento del número de trabajadores con contratos temporales. LÓPEZ GANDÍA, J.: “Los contratos de
obra o servicio y eventualidad, y la negociación colectiva”, AL, núm. 12, 1997, pág. 327.
66
PÉREZ DE LOS COBOS ORIHUEL, F.: “El contrato de fomento de la contratación indefinida”, AL, núm. 31, 1997, pág.
791.
67
PASCUAL ALLEN, Mª.C.: “Los contratos temporales y las empresas de trabajo temporal”, en AA.VV. (VALDÉS DAL-RE,
F., Dir.): La reforma pactada de las legislaciones laboral y de Seguridad Social, Valladolid (Lex Nova), 1997, pág. 98.
68
PEDRAJAS MORENO, A.: “Novedades en la contratación laboral tras el Real Decreto-Ley 8/1997, de 16 de mayo”, RL,
núm. 13, 1997, pág. 28.
69
VIDA SORIA, J.: “Los Acuerdos para la Estabilidad en el Empleo y la Negociación Colectiva de 1997, en el marco de las
reformas del sistema normativo para las relaciones de trabajo”, RL, núm. 12, 1997, pág. 21.
70
“Hablar de estabilidad en la entrada [del trabajador en el empresa] implica tener una preferencia por la contratación por
tiempo indefinido. El contrato temporal, por definición, sería bien la negación o bien la matización de la estabilidad en la
empresa”, DEL REY GUANTER, S.: “Norma estatal, negociación colectiva y estabilidad en el empleo”, en AA.VV.: La
duración del contrato de trabajo, Madrid (CES), 1996, pág. 8.
71
Sin impedir, por ello, el juego de la negociación colectiva. Al respecto, MARTÍNEZ GIRÓN, J.: “Ampliación y reducción
por convenio colectivo de las modalidades y términos de los contratos temporales de trabajo”, AL, núm. 6, 1998, págs. 95
FOMENTO DEL EMPLEO, AUTOEMPLEO Y ECONOMÍA SOCIAL 502