La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

indicador de calidad, al garantizar la actualización de conocimientos), instalaciones y
medición de resultados (que integra la mejora de los sistemas de evaluación de
competencias de los participantes y el diseño de mecanismos novedosos de valoración de la
calidad de la formación para el empleo en su conjunto) 314 .
Pese a ello, la práctica ha venido demostrando que “el subsistema de formación para el
empleo llega a muchos trabajadores y empresas, pero para impartir una formación poco
consistente en número de horas, en contenidos técnicos y en criterios de calidad”; además,
“la mayoría de las acciones formativas se aplican al aprendizaje de competencias genéricas
de tipo transversal y no a la formación técnica específica de cada puesto de trabajo” 315 . Tal
vez la reforma avanzada por la LO 2/2011 y por la LO 4/2011 coadyuve a corregir esta
deficiencia, para lo cual será menester seguir las indicaciones de la Estrategia española de
empleo 2012/2014: “es necesario estar atentos y empezar a dar respuesta a las necesidades
previsibles de cualificación en… actividades económicas emergentes. Igualmente, es
importante prever la recualificación de personas ocupadas o desempleadas procedentes de
sectores en crisis, de cara a facilitar su adaptación en un contexto de cambios productivos y
de mercado de trabajo”.
3.- La formación profesional para el empleo en la negociación colectiva
Ya se ha efectuado oportuna mención a la importancia del diálogo social en la configuración
del vigente modelo de formación profesional, pero no acaba ahí el papel de las asociaciones
empresariales y sindicatos, pues también desempeñan un papel fundamental en el seno del
Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional, al gozar de un derecho de
consulta, contar con competencia para llevar a cabo iniciativas de formación, programar
acciones formativas concretas, canalizar las demandas de empresas y trabajadores, etc. A
todo ello viene a añadirse otra función esencial, correspondiente a tales asociaciones, así
como a los propios empresarios y a los representantes de los trabajadores; a saber: la
negociación colectiva.
Esta visión está claramente presente en el art. 26 Ley 56/2003, en cuya virtud el subsistema
de formación profesional para el empleo, de acuerdo con lo previsto en la LO 5/2002, se ha
de desarrollar en el marco del Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional y
del Sistema Nacional de Empleo, de acuerdo con sus principios, fines y objetivos y en
especial: a) el derecho a la formación profesional para el empleo y la igualdad en el acceso
de la población activa y de las empresas a la formación y a las ayudas a la misma; b) la
vinculación del subsistema con el diálogo social como instrumento más eficaz para dar
respuesta a los cambios y requerimientos del sistema productivo; c) la participación de las
organizaciones empresariales y sindicales más representativas en el diseño y planificación
del subsistema; y d) la vinculación de la formación profesional para el empleo con la
negociación colectiva, marco natural para el desarrollo de iniciativas y medidas que
conduzcan a una mayor cualificación de las personas trabajadoras.
Aun cuando tanto la Ley 56/2003 como el RD 395/2007 vincula la formación profesional para
el empleo con el diálogo social y con la negociación colectiva, ello no es óbice para reconocer
la dificultad del empeño, fundamentalmente derivada de la complejidad misma del sistema
de formación profesional español, lo que invita a adoptar medidas, si de mejorar los
resultados se trata, orientadas a difundir información sobre el nuevo marco normativo,
profundizar en aquellas cuestiones concretas que afectan a la negociación colectiva, formar a
empresarios y trabajadores sobre las posibilidades existentes en cuanto a posibles acciones a
implementar, divulgar las ayudas existentes para afrontar tales acciones, etcétera.
314 CANO GALÁN, C.: La formación profesional en España y las cláusulas de formación en la negociación colectiva, cit.,
págs. 216-218. Calidad significa “establecer un ‘ajuste de expectativas’ con el objetivo de lograr un principio de
compromiso con la formación. Dicho ‘ajuste se referirá tanto a las expectativas sobre el proceso (tiempo de dedicación,
esfuerzo a invertir, etc.), como sobre los resultados a alcanzar (consecuencias personales, etc.)”, OSCA SEGOVIA, A.:
“Calidad e innovación en la Formación Continua”, en AA.VV.: Calidad e innovación en la Formación Continua, Madrid
(Forcem), 2000, págs. 34-36.
315 HOMS, O.: La formación profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, cit., pág. 76.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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