La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

Reino Unido 321 , y también lo han venido haciendo en la práctica en el nuestro 322 , aunque no
contaban con reconocimiento legal expreso hasta ahora, existiendo un absoluto vacío legal al
respecto 323 .
Esta deficiencia legislativa supuso la división de la doctrina respecto a la consideración de las
empresas de outplacement como agencias de colocación o no 324 , divergencia a la que puso fin el
Convenio núm. 181 OIT, que alude a tres categorías de agencias que desarrollan un triple
cometido: 1) “Los destinados a vincular ofertas y demandas de empleo, sin que la agencia de
empleo privada pase a ser parte de las relaciones laborales que pudieran derivarse”; 2) “Los
consistentes en emplear trabajadores con el fin de ponerlos a disposición de una tercera
persona, física o jurídica (en adelante, empresa usuaria), que determine sus tareas y supervise
su ejecución”; y 3) “Los relacionados con la búsqueda de empleo, determinados por la autoridad
competente, previa consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y
trabajadores, como brindar información, sin estar por ello destinados a vincular una oferta y una
demanda específicas” 325 .
En la medida en que el art. 1.1 c) del Convenio núm. 181 considera agencias de empleo
privadas a aquéllas que ofrecen “servicios relacionados con la búsqueda de empleo… sin estar
por ello destinados a vincular una oferta y una demanda específica” 326 , no cabe duda que las
empresas de outplacement debían (y deben) ser consideradas como agentes mediadores en el
mercado de trabajo 327 . Aun cuando una vez contratado el servicio de reingreso a la vida activa,
se constituye una relación triangular entre la empresa contratante --el cliente--, el ex empleado
--el candidato-- y la empresa de recolocación --el consultor--, sin intervención aparente del
futuro empleador, lo cierto es que en la práctica la empresa de outplacement va a funcionar
como una verdadera agencia privada de empleo, poniendo en contacto la propuesta y la
demanda de trabajo 328 . Tras la reforma laboral de 2010 se termina con un vacío jurídico capaz
de auspiciar una permisividad sostenida desde el Convenio núm. 181 de la OIT, pero de dudosa
legalidad bajo el prisma del estricto art. 16.2 ET 1995. Ahora, después de la novación
introducida por la Ley 35/2010, estas empresas han de constituirse como agencias de empleo y
obtener la correspondiente autorización administrativa supeditada al cumplimiento de la
normativa que regula dichas agencias, con las peculiaridades expresamente previstas para esta
concreta modalidad, de modo que las empresas dedicadas a actividades de recolocación tendrán
que darse de alta como agencias de colocación conforme la nuevo régimen previsto para éstas
y, además, las agencias de colocación tendrán que reservar parte de su actividad a la
recolocación propiamente dicha 329 .
Habida cuenta que proporcionan a los trabajadores despedidos el asesoramiento, la formación y
los medios necesarios para lograr la transición en su carrera, consiguiendo un nuevo trabajo en
otra empresa lo más adecuado posible a su perfil y preferencias y en el menor plazo posible 330 ,
no cabe duda que la admisión en nuestro ordenamiento, tras la reforma de 2010, de las
agencias privadas con ánimo de lucro, había de venir acompañada, como consecuencia lógica,
del reconocimiento legal expreso de las empresas de recolocación como agencias
“especializadas” de colocación, máxime cuando las ventajas adicionales que su intervención
conlleva no pueden ser minusvaloradas: no sólo el ahorro en el pago de prestaciones y
321
RUBIO GIL, A.: “Despido y reinserción asistida: outplacement. Teoría y práctica”, RTSS (CEF), núm. 253, 2004, p.
160.
322
De hecho, existe una asociación española de consultoras de outplacement, integrada entre otros miembros por Arco
Creade, S.L, Business Creation, S.A (conocida como MOA), Couts Career Consultants, S.A. y Career Vevelopment
Services, S.A. (DBM España). www.rrhhmagazine.com/aeco/que.htm.
323
URÍA, F.: El outplacement: el éxito en la búsqueda de un nuevo empleo, Pirámide, Madrid, 1995, p. 38.
324
RAMOS, M.F. y HERNÁNDEZ, C.: Outplacement: principios de éxito y reorientación laboral, Griker & Asociados,
Madrid, 2000, pp. 23 y ss.
325
LÓPEZ PRADA, R.: “Transferencia y privatización del servicio público de colocación (materiales para un estudio
sobre la incidencia de los procesos de privatización en el Derecho del Trabajo”, RTSS (CEF), núm. 212, 2000, p. 148.
326
BORRAJO DACRUZ, E. y DILLA CATALÁ, M.: “El Convenio sobre las agencias de empleo privadas, 1997. Convenio
núm. 181 de la OIT”, AL, núm. 4, 2000, p. 4.
327
GÓMEZ JIMÉNEZ, E.: “Alternativa al reclutamiento y selección directa por la empresa. Las empresas de trabajo
temporal y las agencias de colocación”, Capital Humano, núm. 103, 1997, pp. 32 y ss.
328
SOBRINO GONZÁLEZ, G.: “Las empresas de outplacement y la intermediación laboral”, RL, núm. 7, 2006, p. 280.
329
RAMOS QUINTANA, M.I.: “Intermediación laboral y empresas de trabajo temporal en la reforma de 2010: la
promoción de la intervención privada en el mercado de trabajo”, RL, núm. 2, 2011, p. 17.
330
SASTRE CASTILLO, M.A.: “Outplacement. Una aproximación a su realidad teórica”, Cuaderno de Relaciones
Laborales, núm. 6, 1995, p. 187.
291 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN