La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

El nuevo planteamiento asume como triple finalidad la “ordenación de un sistema integral de
formación profesional, cualificaciones y acreditación, que responda con eficacia y
transparencia a las demandas sociales y económicas a través de las diversas modalidades
formativas”; la “formación a lo largo de toda la vida, acomodándose a las distintas
expectativas y situaciones personales y profesionales”, y, en fin, la adopción de “acciones
formativas programadas y desarrolladas en el marco del Sistema Nacional de Cualificaciones
y Formación Profesional, en coordinación con las políticas activas de empleo y de fomento de
la libre circulación de los trabajadores” (art. 1 LO 5/2002).
Para la satisfacción de tales objetivos se establece un sistema asentado sobre los pilares
siguientes 305 : 1. Adecuar las ofertas formativas a las necesidades reales de los trabajadores,
sean empleados, desempleados o personas en busca de su primer empleo. 2. Elaborar un
Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (el ya aludido, contemplado en RD
1128/2003 y modificado por RD 1416/2005, que se articula en torno a veintiséis familias
profesionales y cinco niveles de cualificación) capaz de permitir que la formación y
experiencia lograda por un individuo le acompañe y sea útil en todo el territorio de la Unión
Europea. 3. Crear un sistema nacional de certificación de las cualificaciones que sirva en
todos los países de la UE, favoreciendo la movilidad de formadores, alumnos y futuros
trabajadores. 4. Mejorar la satisfacción de los individuos, quienes podrán obtener formación
no sólo a través de ofertas formativas cerradas, sino mediante aprendizajes profesionales,
experiencias vitales o medios tradicionales. 5. Conseguir ciudadanos más “cualificados” o, en
otras palabras, más adaptados a las necesidades de una economía globalizada y cambiante.
6. Permitir que las TICs sirvan al objetivo de favorecer los intercambios de experiencias, la
mejora de las cualificaciones y la movilidad de las personas. 7. Favorecer que los jóvenes
obtengan una formación que les permita incorporarse a un mercado laboral cada vez más
exigente en cuanto hace a la preparación, evitando el fracaso escolar y permitiendo que la
formación se convierta en puente hacia el empleo. 8. Permitir a cualquier sujeto acceder a la
formación que verdaderamente quiere o que le es exigida o requerida por el sistema
productivo. 9. Lograr que los trabajadores no vean en la formación una rémora o carga
adicional a las complejidades del mundo laboral, sino como herramienta útil para mejorar
sus capacidades y su empleabilidad y satisfacer sus necesidades, intereses u objetivos
vitales. 10. Favorecer el intercambio de profesionales, en beneficio de los trabajadores
(quienes verán ampliado el ámbito donde podrán encontrar un empleo) y de las empresas
(que podrán buscar trabajadores donde éstos se encuentren según sus necesidades reales).
Aunque la LO 5/2002 pretende integrar las distintas ofertas de formación profesional a
través del sistema nacional que al efecto arbitra, todavía es posible diferenciar la
proporcionada en el ámbito educativo (ya analizada) de la propia del ámbito laboral, que
encuentra desarrollo normativo en el RD 395/2007, de 23 de marzo, rector de la formación
profesional para el empleo, que integra la ocupacional y la continua en un único modelo
integral y generalista, llamado a llegar a toda la sociedad y a cualesquiera acciones de
formación. El nuevo diseño responde a una serie de condicionantes que desencadenaron la
reformulación de sus precedentes: de un lado, el diálogo social relativo a la formación
profesional, sobre todo los Acuerdos Nacionales de Formación Continua (verdaderos artífices
de la integración de los subsistemas de formación profesional ocupacional y continua), el
Acuerdo Nacional de Formación y el de Formación Profesional para el Empleo, cuyos
objetivos son recogidos por el RD 395/2007; de otro lado, la necesidad de que España se
ajuste al marco comunitario en la materia, sobre todo en lo relativo al aprendizaje a lo largo
de la vida y a la conexión entre la formación del sistema educativo y la prevista en el marco
laboral.
El art. 2.1 RD 395/2007 conceptúa la formación profesional para el empleo como “conjunto
de instrumentos y acciones que tienen por objeto impulsar y extender entre las empresas y
los trabajadores ocupados y desempleados una formación que responda a sus necesidades y
contribuya al desarrollo de una economía basada en el conocimiento”; se han de dirigir,
merced al art. 26.2 Ley 56/2003, “a la adquisición, mejora y actualización permanente de las
competencias y cualificaciones profesionales, favoreciendo la formación a lo largo de toda la
305
CANO GALÁN, C.: La formación profesional en España y las cláusulas de formación en la negociación colectiva, cit.,
págs. 122-123.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
167