La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

prácticas en empresas, incentivos a la contratación en prácticas…) 282 , así como por prestar
escasa atención a la formación de los trabajadores ocupados, mostrando una tendencia que
llegaría al extremo a partir de 1992, cuando, al firmarse el Acuerdo Nacional de Formación
Continua (ANFC), el Plan FIP pasó a circunscribirse a la ocupacional 283 .
El Primer Plan FIP arbitra su estrategia en torno a programas que pretenden fomentar la
formación profesional entre diversos colectivos (jóvenes, parados de larga duración y
demandantes de primer empleo que dispongan de titulación suficiente y sean contratados en
prácticas); perpetúan el nexo entre formación profesional y educación, al pretender que los
jóvenes que no han completado los estudios de Enseñanza general básica sigan en el
sistema educativo y participen en programas de enseñanza en alternancia, y universalizan la
formación profesional, al extenderla a todos los ámbitos, adaptando la oferta a las
necesidades de reconversión profesional en el ámbito rural y en los sectores o empresas en
reconversión industrial 284 . El primer programa de formación ocupacional dictado a partir de
los mandatos del Plan FIP se creó por Orden de 31 de julio de 1985, modificado por
sucesivas órdenes hasta el año 1990, momento en que entra en vigor el RD 1618/1990, de
14 de diciembre, por el que se aprueba el Plan Nacional de Formación e Inserción
Profesional; posteriormente sustituido por RD 631/1993, de 3 de mayo, que se centró en
exclusiva, y conforme consta, en los trabajadores desempleados, creando los “certificados de
profesionalidad”.
Sea como fuere, los objetivos de la Ley 51/1980 y del Plan FIP se vieron favorecidos tras la
entrada de España en la Unión Europea (1986), pues ésta permitió el acceso a fondos
estructurales procedentes del ente supranacional; así, el Fondo Social Europeo sirvió para
cofinanciar el mentado Plan que, favorecido por el aporte económico europeo, supuso, sin
perjuicio de precedentes con menor amplitud y ambición, el inicio de las políticas activas de
ocupación en España 285 , inaugurando la formación ocupacional como subsistema gestionado
por el INEM y asumiendo como ejes la búsqueda activa de trabajo y el reciclaje de las
competencias 286 . El subsistema así generado, y articulado en torno a la convocatoria anual
de planes de formación, se perpetuó, permaneciendo sin apenas cambios hasta la mutación
operada en 2007 287 .
Los fondos procedentes tanto de las cuotas de formación profesional de la Seguridad Social
abonados por empresarios y trabajadores, como de la financiación europea, permitieron
otorgar atención a las necesidades de los trabajadores desempleados sin recargar los
Presupuestos Generales del Estado. El modelo, además, aparecía caracterizado por el
protagonismo desempeñado por las Administraciones Locales, pues muchos Ayuntamientos
organizaron programas de lucha contra el paro en su ámbito territorial, con financiación de la
UE y, a menudo, con la colaboración de diversas entidades y asociaciones. El Plan FIP y los
programas comunitarios favorecieron la extensión de estas iniciativas, progresivamente
consolidadas y causa de gran diversidad y heterogeneidad 288 .
282 DURÁN LÓPEZ, F.; ALCAIDE CASTRO, M. y FLÓREZ SABORIDO, I.: “La formación profesional no reglada de carácter
público”, Relaciones Laborales, T. II, 2002, págs. 70 y ss.
283
Sobre todo el proceso, OROVAL PLANAS, E. y TORRES SOLÉ, T.: La financiación de la formación profesional en
España. Retrato descriptivo de la financiación, cit.
284
CANO GALÁN, C.: La formación profesional en España y las cláusulas de formación en la negociación colectiva, cit.,
págs. 89-90.
285 Como origen del sistema español moderno de formación profesional lo califica PÉREZ ESPARRELLS, C.: “La
formación profesional y el sistema nacional de cualificaciones: una clave de futuro”, cit., pág. 92.
286 HOMS, O.: La formación profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, cit., pág. 29.
287 TORRES SOLÉ, T.: “Cambios y tendencias de la formación en España, del primer al segundo Programa Nacional de
Formación Profesional”, Revista de Educación, núm. 322, 2000, págs. 341-354 o BARROSO BARRERO, J.:
“Situación actual de la formación profesional ocupacional en España: El nuevo plan de formación e inserción
profesional”, Economía industrial, núm. 278, 1991, págs. 117-133
288 “Desde sus inicios el subsistema español de formación ocupacional se constituyó como un gran mercado de
formación regulado por subvenciones públicas con una elevada participación de actores privados locales de orientación
social. Los propios Ayuntamientos tuvieron que actuar en este mercado local como agentes de tipo privado”, HOMS, O.:
La formación profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, cit., pág. 31.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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