La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

apreciar --al menos de diez años hasta la fecha--, además, una clara tendencia decreciente
en su uso 1 .
Entre sus aspectos más salientes cabe mentar los siguientes:
1.- Causa y finalidad del contrato
Como en todo vínculo laboral, la causa consiste en trabajar a cambio de un salario; en este
supuesto, sin embargo, se añade una segunda que es la encargada de mostrar su
singularidad: proporcionar al empleado una práctica profesional adecuada a su nivel de
estudios, que obviamente falta si el trabajador ya posee tales conocimientos respecto a la
tarea encomendada.
En la aplicación de este último objetivo se han suscitado cuatro cuestiones prácticas de
interés:
A.- La primera, y fundamental, aclarar el alcance de tan específica finalidad formativa,
concretada por el Tribunal Supremo --en doctrina tantas veces luego reproducida-- sentando
que su leiv motiv radica en “facilitar el ejercicio profesional, para que los conocimientos
adquiridos por el trabajador en la obtención del título adquieran una perfección propia con tal
ejercicio, pues no se trata únicamente de adquirir experiencia de un trabajo determinado,
sino también de que esta experiencia actúe sobre los estudios cursados […] Lo que se
persigue con este contrato es proporcionar a los trabajadores que acceden por primera vez al
mercado de trabajo una determinada cualificación profesional, es decir, proveer de formación
profesional práctica a quienes solamente tienen conocimientos teóricos que los han adquirido
mediante la obtención de un título habilitante para el ejercicio de determinada profesión, por
cuya razón el artículo 11.1 a) ET dispone que el puesto de trabajo deberá permitir la
obtención de una práctica profesional al nivel de estudios cursados” 2 .
La adecuación del nivel de estudios conlleva no sólo que la actividad productiva tenga lugar
en el sector profesional propio de los conocimientos teóricos acreditados, sino que mantenga
con ellos una relación de acomodación o ajuste al nivel de los alcanzados, que no puede ser
entendida, sin embargo, como estricta equivalencia técnica entre puesto de trabajo y
titulación, sino que procede tomar en consideración criterios de proporcionalidad, tales como
la categoría asignada en la estructura organizativa de la empresa o el contenido de las
concretas tareas realizadas 3 .
También cabe apreciar la ausencia de la mentada ratio legis si únicamente realiza algunas,
pero no todas, ni siquiera la mayoría, de las funciones que integran el perfil profesional de la
ocupación; cuando se limitan a unas pocas que, en el conjunto de cuanto está llamado a
constituir aquel acervo, resultan prácticamente anecdóticas 4 , rompiendo la necesaria relación
entre estudios y actividad productiva 5 .
B.- Un sector de la doctrina sostiene que este contrato posee una finalidad que lo emparenta
con el periodo de prueba; sin embargo y aun cuando incorpora un matiz de
1 Los datos en OJEDA AVILES, A. y GORELLI HERNÁNDEZ, J.: Los contratos de trabajo temporales, Madrid (Iustel),
2006, pág. 316 o DE VICENTE PACHÉS, F.: “El contrato de trabajo en prácticas”, en AA.VV. (MONEREO PÉREZ, J. L.,
Dir. Y SERRANO FALCÓN, C., Coord.): Las modalidades de contratación temporal. Estudio técnico de su régimen
jurídico, Granada (Comares), 2010, pág. 314.
2 Sobre el precedente dado por las SSTS 26 marzo 1990 o 14 mayo 1992, la fundamental STS 29 diciembre 2000. Así,
por ejemplo, se estima tal adecuación entre el título de Formación Profesional de Grado Superior de Realización de
Audiovisuales y la realización de tareas como Operador Montador (STSJ Castilla y León/Valladolid 29 diciembre 2004),
pero se considera fraudulento el contrato de quien, con el título de Formación Profesional de Segundo Grado en la
Rama de Metal, limita su quehacer a “apretar tornillos” en una cadena de montaje (STSJ Castilla y León/Valladolid 18
febrero 2002) o, también, quien como Técnico Especialista en Electrónica Industrial o en Equipos de Informática,
desarrolla su labor “en la cadena de producción en la secesión de guarnecidos, desarrollando ambas funciones de
montaje de inferior izquierdo y derecho y de resorte trasero en el vehículo”, STSJ Castilla y León/Valladolid 9 julio
2001; en igual sentido la muy razonada --para distinguir supuestos-- STSJ Castilla y León/Valladolid o mayo 2000.
3 SSTSJ Castilla y León/Valladolid 17 julio 2001, 18 febrero 2002 y 22 septiembre 2003.
4 STSJ Cataluña 23 junio 2004. En cambio, si sólo media “una escasa duración de aquella finalidad, carece de gravedad
suficiente para calificar la contratación como fraudulenta […] Una interpretación de los preceptos rectores de este
contrato --y cualquiera otro de los autorizados como temporales-- no puede ser rigurosamente formalista de modo tal
que acabe siendo nociva para los intereses de los trabajadores que se tratan de proteger”, STS 16 febrero 2009.
5 STSJ País Vasco 9 julio 2002.
EL TRABAJO DE LOS JÓVENES POR CUENTA AJENA 338