La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

autorizadas por la representación de los trabajadores y ser aprobadas por la Fundación
Forcem (organismo bipartito para la gestión de los fondos y la organización del subsistema),
ante la cual debían ser justificados tras su ejecución.
“La fuerte implicación de las organizaciones sindicales y empresariales desde los momentos
iniciales, conscientes del reto que suponía que por primera vez los agentes sociales
asumieran la gestión directa de un sistema organizado con recursos públicos, fue la clave
para explicar la rápida expansión del modelo” 294 . El éxito no ocultó, empero, sus defectos
(sobre todo por la evolución hacia una burocratización excesiva 295 ), pese a lo cual tras los
primeros acuerdos (1993-1996) se firmaron los segundos (uno bipartito y otro tripartito,
destinados a regir de 1997 a 2000), que alteraron la definición de Formación Continua,
ampliando su ámbito al incluir acciones de las empresas, de los trabajadores y de sus
organizaciones respectivas; igualmente, se añadieron como beneficiarios potenciales
colectivos anteriormente no incluidos 296 , se incrementaron los recursos y se incorporaron
acciones complementarias y de acompañamiento a la formación 297 .
Precisamente, el constante incremento de recursos, la extensión del sistema a nuevos
grupos y a mayor número de trabajadores y empresas y la complejidad de la gestión
provocaron algunas dificultades, por lo que en los terceros Acuerdos (2001-2004) la
Administración Pública se involucró con mayor intensidad, aprobando la creación de la
Fundación Tripartita para la formación en el empleo, que absorbió a su precedente (Forcem).
El efecto más inmediato fue una mutación en la función de los agentes sociales, que pasaron
de ser corresponsables en este ámbito a colaboradores del Servicio Público Estatal de
Empleo.
Ante las discrepancias entre agentes sociales y administraciones, las reclamaciones
autonómicas (por entender que los Acuerdos vulneraban su ámbito competencial 298 ) y la
necesidad de ajustarse a la LO 5/2002, el subsistema se reformó sin siquiera esperar al fin
de la vigencia de los terceros acuerdos 299 . El instrumento normativo vino dado por el RD
1046/2003, de 1 de agosto, rector de la formación profesional continua, que modificó el
mecanismo de financiación (optando por las bonificaciones directas de las cuotas de
formación profesional) y abrió el subsistema a las CC.AA. con su presencia en la Fundación
Tripartita y con la creación de las comisiones interterritoriales, no obstante lo cual el conflicto
competencial mantuvo vigencia 300 .
294 HOMS, O.: La formación profesional en España. Hacia la sociedad del conocimiento, cit., pág. 35. Como ha indicado
algún autor, los Acuerdos de 1992 habían implantado “un nuevo sistema de formación profesional concertada” por los
agentes sociales, MIRÓN HERNÁNDEZ, Mª.M.: El Derecho a la formación profesional del trabajador, Madrid (CES),
2000, pág. 324.
295 AA.VV. (CASAL, J., Dir.): La interrelación de los tres subsistemas de Formación Profesional en España, cit., pág. 84.
296 “El primer ANFC definía como beneficiarios exclusivos a los trabajadores por cuenta ajena (con exclusión de los del
sector público), los autónomos y los trabajadores del Régimen Especial Agrario. Tras firmarse un acuerdo
administración-sindicatos sobre condiciones laborales en la administración pública para el periodo 1995-97, una parte
de los fondos del acuerdo tripartito se destinó a la formación para el personal de la administración pública. El 21 de
marzo de 1995 se firmó el Acuerdo de Formación Continua en las Administraciones Públicas 26. En el segundo ANFC se
integraron ya todos los grupos excluidos en el primer acuerdo, abriéndose así el acceso a la formación continua para
todos los trabajadores”, OROVAL PLANAS, E. y TORRES SOLÉ, T.: La financiación de la formación profesional en
España. Retrato descriptivo de la financiación, cit.
297 “Éstas tienen como objetivo contribuir a la detección de necesidades formativas en los distintos ámbitos, a la
elaboración de herramientas y/o metodologías aplicables a los Planes de Formación, a la definición de la Formación
Continua y de todas aquellas otras formaciones que mejoren la eficacia del sistema de Formación Continua”, AA.VV.
(CASAL, J., Dir.): La interrelación de los tres subsistemas de Formación Profesional en España, cit., pág. 93.
298 La impugnación de los Acuerdos Bipartito y Tripartito de 1992 y 1992 habían sido resueltas en SSTCo 95 y
190/2002, de 25 de abril y de 17 de octubre, que se mostraron favorables en gran medida a la interpretación
procedente de las Comunidades Autónomas de Cataluña y Galicia, respectivamente. Los segundos y los terceros
acuerdos, por su parte, fueron contestados por SSTCo 228 y 230/2003, de 18 de diciembre.
299 La reforma se justifica, de un lado, en las Sentencias del Tribunal Constitucional de abril y octubre de 2002, que
aconsejan revisar el reparto competencial en materia de formación continua entre Estado y CC.AA.; de otro, en la
aprobación de la LO 5/2002, que fuerza a adaptar el subsistema al nuevo marco jurídico por ella diseñado, PINEDA, P.
y SARRAMONA, J.: “El nuevo modelo de formación continua en España: balance de un año de cambios”, Revista de
Educación, núm. 341, 2006, pág. 718.
300 Baste con recordar la STCo 158/2004, de 21 de septiembre.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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