La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

1.3.2.- Medidas especiales para la protección de la seguridad y salud en el trabajo de los
trabajadores menores
Cuando resulte jurídicamente factible contratar a un menor, el empresario, de hacerlo,
asumirá una serie de obligaciones preventivas específicas respecto al mismo 296 , a fin de
atender a la singular condición de sujetos en cuyo debe procede citar su inferior fuerza física,
su limitada experiencia para enfrentarse a las amenazas del contexto laboral y una mermada
formación en lo atinente a la seguridad y salud en el trabajo. La prueba de ello viene dada
por los datos que muestran como sus accidentes suelen resultar singularmente graves y
acontecer en los primeros días o semanas de trabajo 297 .
Los datos al respecto son estremecedores: “los trabajadores principiantes y jóvenes, sin
experiencia en el puesto de trabajo, tienen una probabilidad cinco veces mayor de resultar
heridos durante las primeras cuatro semanas en el trabajo que otros trabajadores” 298 . Su
situación es tan delicada que “el perfil de un trabajador que sufre un accidente de trabajo es
de un joven entre 16 y 25 años, con un contrato inferior a seis meses, en el sector servicios
o en el sector construcción, normalmente de baja cualificación profesional, recién
incorporado, y/o que trabaja en empresas de menos de 50 trabajadores” 299 . El trabajo
precario “y la necesidad de la juventud de experimentar y correr más riesgos que los adultos
hacen que no sea extraño que los jóvenes tengan una tasa de siniestralidad bastante
superior a la de los trabajadores adultos” 300 .
Para otorgar respuesta a esta cuestión el art. 27 LPRL introduce algunas modulaciones a las
obligaciones generales establecidas en la norma, permitiendo concluir que no cabe equiparar
ni el nivel de seguridad que debe presentar un puesto ocupado por un mayor de edad y el
que debe ofrecer cuando quien lo desempeña no alcanza los dieciocho años, ni la negligencia
de un menor con la del resto, en tanto el descuido de aquél conecta con su falta de
experiencia y su inmadurez 301 . De este modo, la LPRL acaba por configurar un régimen
singular (una “protección reforzada” 302 ), concretado en lo siguiente:
1) La evaluación de riesgos, a efectuar antes de la incorporación del menor al trabajo, debe
servir para determinar la naturaleza, grado y duración de su exposición, en cualquier
actividad susceptible de presentar un riesgo específico al respecto, a agentes, procesos o
condiciones que puedan poner en peligro su seguridad y salud, teniendo en cuenta, en
especial, los riesgos específicos para la seguridad, salud y desarrollo de los jóvenes
derivados de su falta de experiencia, su inmadurez para evaluar los riesgos y su desarrollo
todavía incompleto (art. 27.1 LPRL) 303 ; de igual modo procede actuar ante una modificación
en las condiciones de trabajo que pueda tener trascendencia en el ámbito preventivo.
Cuando la evaluación del puesto permita concluir una especial peligrosidad para quien no ha
cumplido los dieciocho años no podrá ser adscrito al mismo y, si ya lo está desempeñando,
procederá alejarle del riesgo mediante la adaptación de condiciones o la movilidad
funcional 304 .
2) El art. 27.1 LPRL (concordante con el art. 18 LPRL) obliga al empresario a informar al
menor y a sus padres o tutores intervinientes en la contratación conforme al art. 7.b) ET de
296
“Deberes preventivos adicionales”, STSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1244).
297
Por citar algunos ejemplos, la STSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1224) versa sobre el siniestro de un trabajador con
un mes de antigüedad, la STSJ Cataluña 7 noviembre 2006 (AS 2333/2007) constata que la relación laboral comenzó
mes y medio antes de la lesión y las SSTSJ Cataluña 19 mayo 2005 (AS 1855) o Comunidad Valenciana 25 junio 2003
(RJCA 203/2004) y la SAP Barcelona 19 diciembre 2003 (AC 1754) resuelven sendos supuestos en que el accidente
tuvo lugar el primer día de trabajo.
298
AGENCIA EUROPEA PARA LA SEGURIDAD Y LA SALUD EN EL TRABAJO: “La seguridad de los trabajadores jóvenes.
Consejos para empresarios”, Facts, núm. 61, 2006, pág. 1.
299
GONZÁLEZ AGUDELO, G.: “Incidencia de la variable ‘edad’ en las cifras de siniestralidad laboral”, en AA.VV.
(TERRADILLOS BASOCO, J.Mª., Dir.): La siniestralidad laboral. Incidencia de las variables “género”, “inmigración” y
“edad”, Albacete (Bomarzo), 2009, pág. 209
300
OBSERVATORIO DE LA JUVENTUD EN ESPAÑA: “Jóvenes, riesgos laborales y siniestralidad”, Prevención, trabajo y
salud: Revista del INSHT, núm. 39, 2006, pág. 25.
301
STSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1244).
302
GARCÍA NINET, J.I. y VICENTE PALACIO, A.: “Acción preventiva en los colectivos específicamente protegidos”, en
AA.VV.: Manual de prevención de riesgos laborales, Barcelona (Atelier), 2002, pág. 212.
303
En otras palabras: el empresario “conoce cuáles son los puestos de trabajo prohibidos, pero respecto de los
permitidos, debe nuevamente evitar los riesgos, procediendo a una evaluación de los inevitables, pensando en las
causas o motivos de protección especial del joven: su inexperiencia, su inconsciencia y su desarrollo incompleto”,
APILLUELO MARTÍN, M.: La relación de trabajo del menor de edad, cit., pág. 165.
304
STSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1244).
411 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN