La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

Capítulo II.- Los nuevos yacimientos de empleo y las empresas de
economía social como vía para la incorporación al mundo laboral de
los jóvenes en Castilla y León
I.- La economía social como motor de empleo para los jóvenes de
castilla y león
Las primeras experiencias cooperativas, asociativas y mutualistas precursoras del concepto
moderno de economía social surgen a finales del siglo XVIII y se desarrollan a lo largo del
siglo XIX en distintos países de Europa (Inglaterra, Italia, Francia o España). A partir de este
concepto tradicional de origen decimonónico que engloba a estas organizaciones, se fueron
sucediendo en la década de los años 70 y 80 del pasado siglo y en distintos países europeos,
declaraciones que caracterizan la identificación de la economía social en torno a distintos
principios. Por ejemplo, la Charte de l´économie sociale francesa define el término de
economía social como el conjunto de entidades no pertenecientes al sector público que con
funcionamiento y gestión democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios,
practican un régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias, empleando los
excedentes del ejercicio para el crecimiento de la entidad y mejora de los servicios a la
comunidad; en esa época, el Conseil Wallon de l´Économie sociale hace lo propio en Bélgica.
Desde el nacimiento de estas organizaciones, los jóvenes aparecen como uno de los
principales destinatarios de los beneficios que acarrean estas nuevas estructuras
productivas. Tal sucede con la aprobación en 1976 en el país vecino, de la Circular 44, la
cual crea los Centros de Adaptación a la Vida Activa (CAVA) y en la que aparece el concepto
“handicapées sociales” que aglutina a todos los colectivos que se encontraban en situación
de riesgo de exclusión social. Estos Centros acogían a jóvenes en dificultad que presentaban
rechazo hacia los programas de formación. Los beneficiarios, según la posterior Circular de
24 de abril de 1985, eran jóvenes entre 18 y 25 años, ampliados más tarde a edades
superiores, que estuvieran en grave dificultad o procedentes de protección de menores,
sumándose más tarde los perceptores de rentas de inserción, extoxicómanos, exreclusos, y
parados de larga duración.
Junto a estas empresas nacen otras estructuras, como la Entreprise de Travail Temporaire
d’Insertion (ETTI) que proporciona a las personas con especiales dificultades de inserción
acompañamiento social y actividad profesional que les facilite la misma o la Association
Intermédiaire (AI), cuyo objeto es la realización de contratos de puesta a disposición con
empresas, asociaciones, particulares con colectivos en dificultad y organización de cursos de
formación e información.
Las nuevas entidades, a su vez, demandan nuevos vínculos jurídicos que les permitan
avanzar en el cumplimiento de sus objetivos. Por ello, a raíz de la Ley de programación por
la cohesión social de 18 de enero de 2005, se promueven contratos para estos colectivos: el
“contrato de futuro” (contract d’Avenir) para beneficiarios de subsidios y el “contrato de
acompañamiento al empleo” (CAE), destinado a las personas sin empleo con especiales
dificultades sociales y profesionales; que se suman al Contrato de Iniciativa de empleo (CIE)
para personas con especiales dificultades de acceso al empleo y al Contrato de inserción
(RMA) para beneficiarios de ingresos de solidaridad 393 .
La Unión Europea también ha mostrado su interés en estos movimientos económicos y
sociales que demandan y, al tiempo, proponen vías de cohesión social y abren mercados
laborales ignotos. La Carta de principios de la Economía Social en 2002 de la Conferencia
Europea de Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones (CEP-CEMAF),
antecesora de la actual Asociación Europea de Economía Social (Social Economy Europe),
393 VALLECILLO GÁMEZ, M.R. y MOLINA NAVARRETE, C.: Empresa de inserción y mercados de trabajo inclusivos. Nuevo
marco regulador y modelos de gestión, Granada (Comares), 2008, pág. 123, siguiendo a BAUDET-CAILLE, V.:
L’insertion par l’activité économique, París (ASH Édition), 2001, págs. 12 y ss. y COURBEINASSE, P.: Emploi, insertion
et formation professionnelle, París (Le Moriteur), 2007, pág. 80.
607 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN