La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

III.- El “nuevo” contrato para la formación y el aprendizaje
Después de un azaroso periplo en su diseño legal a lo largo de las últimas décadas, que ha
llevado incluso a un cambio demasiado frecuente en la denominación, el RD Ley 10/2011, de
26 de de agosto, contiene la enésima reforma del que ahora califica como contrato para la
formación y el aprendizaje, modificando el art. 11.2 ET y manteniendo en vigor el RD
488/1998 en cuanto no contraríe la nueva redacción: siempre sin perjuicio de lo
contemplado en la disposición final 3ª del RD Ley 10/2011, la cual faculta no sólo al Ministro
de Trabajo e Inmigración, sino también al titular de la Dirección General del Servicio Público
de Empleo Estatal --en esta caso advirtiendo sobre el límite dado por “el ámbito de sus
competencias”, que indudablemente también afecta al primero--, para dictar,
respectivamente, las disposiciones precisas para el desarrollo y/o ejecución de cuanto
contempla y las resoluciones precisas al mismo efecto.
Todo ello, según apunta la Exposición de Motivos del RD Ley 10/2011, respondiendo “a la
situación particularmente del empleo y del desempleo de los jóvenes y, dentro de estos, de
los que carecen de cualificación profesional alguna. En la medida que este nuevo contrato va
a mejorar las oportunidades del empleo de los jóvenes, se estará contribuyendo a asentar la
recuperación económica, la competitividad de nuestras empresas, la seguridad en el empleo
de las personas trabajadoras y la productividad de la economía española, objetivos
esenciales en una coyuntura como la actual, lo que justifica la aprobación inmediata de las
medidas propuestas con esta finalidad”.
De su régimen jurídico cabe destacar los aspectos más salientes acto seguido enunciados.
1.- Causa o finalidad del contrato
El objetivo fundamental del contrato consiste en proporcionar cobertura a un período muy
concreto, e inicial, en la trayectoria profesional de unas personas que, por no contar con una
formación de base, precisan de un complemento de esta especie para encauzar su
integración laboral; es, en consecuencia, un contrato con vida “útil” corta, destinado al
agotamiento una vez cumplido su objetivo, motivo por el cual impide su uso futuro cuando
responda a un mismo perfil 58 .
De este modo, y al igual que ocurría con el contrato en prácticas, tiene una causa doble o
mixta: la connatural al intercambio de trabajo por salario y la adquisición de una doble
formación teórica y práctica 59 (“que se integra en el área esencial de su naturaleza” 60 ),
verdadera ratio legis de esta modalidad 61 ordenada a adquirir la aptitud solicitada para
desempeñar adecuadamente un oficio o un puesto de trabajo que requiera un cierto nivel de
cualificación 62 .
Por tal motivo, de acontecer el “apartamiento” de esta finalidad que especifica y justifica su
existencia, faltará la causa fundamental y llevará a la presunción (iuris tantum) de su
carácter común e indefinido (art. 8.1), en tanto sólo permanece la común a cualquier
relación laboral 63 .
2.- Requisitos subjetivos del contrato
Este trabajador singular, “el clásico aprendiz o el nobel formando” 64 , habrá de reunir una
doble condición: carecer de cualificación profesional y no superar una determinada edad,
salvo en el supuesto especial de las personas con discapacidad.
58
RIVAS VALLEJO, P.: “Contrato para la formación”, en AA.VV. (GARCÍA NINET, J. I., Dir. y VICENTE PALACIO, A.,
Coord.): Contratación temporal y medidas de fomento del empleo, cit., pág. 116.
59
STS 17 mayo 1990 o STSJ Castilla-La Mancha 23 noviembre 2004.
60
STSJ Madrid 19 marzo 2007; sumamente ilustrativa al respecto la STSJ Cantabria 19 febrero 2003.
61
SSTS 19 febrero 1996 y 10 febrero 2003.
62
Una muy acertada exposición del propósito en las disposiciones finales al efecto del CC para empresa y trabajadores
de transporte de enfermos y accidentados en ambulancia en Castilla y León.
63
STSJ Cantabria 19 febrero 2003. Con carácter general, SSTS 18 diciembre 2000 o STSJ Castilla y León/Valladolid 5
diciembre 1995.
64
Obsérvese la modernidad de tal calificación que aparece ya en la obra de DIÉGUEZ CUERVO, G.: Lecciones de
Derecho del Trabajo, 2ª ed., Madrid (Civitas), 1987, pág. 147.
EL TRABAJO DE LOS JÓVENES POR CUENTA AJENA 346