La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

lo tanto, no se conforma ya sólo sobre la base de los sistemas de relaciones de empleo por
cuenta ajena sino también por una gama creciente de sistemas de relaciones de empleo por
cuenta propia. Consecuentemente, no aparece norma legal o iniciativa legislativa en materia
económica que no contenga referencia al trabajo autónomo en sentido propio (personal e
individual) o en sentido amplio (bajo diferentes modalidades cooperativas o asociativas).
En las páginas que siguen, será objeto de atención el ámbito socioeconómico y jurídico
estricto que representa el trabajo autónomo, entendiendo por tal las formas de empleo por
cuenta propia que entran dentro del campo aplicativo de la LETA y en las medidas más
netamente sociolaborales de fomento del empleo individual, dejando para el capítulo
siguiente el análisis de las empresas de economía social.
3.- Políticas de fomento del trabajo autónomo dirigidas al establecimiento
y desarrollo de iniciativas económicas y profesionales por cuenta propia en
el Estatuto de Trabajo Autónomo
En el ámbito de sus respectivas competencias, el art. 27.1 LETA encomienda a los poderes
públicos la adopción de políticas de fomento del trabajo autónomo dirigidas al
establecimiento y desarrollo de iniciativas económicas y profesionales por cuenta propia.
En concreto, dichas políticas habrán de materializarse en medidas dirigidas a la consecución
de los fines que en lista abierta enumera el art. 27.2 LETA y que se concretan en cuatro tipos
de programas y medidas de la política activa de fomento de empleo autónomo: 1)
Información y asesoramiento en el acceso al empleo autónomo; 2) Creación de empleo
autónomo; 3) Apoyo financiero y 4) Formación para el empleo autónomo. En el marco
estatal, a día de hoy, la norma que más sistemática u ordenadamente recoge estas medidas
es, al margen del referente genérico que representa, como es obvio, el citado Estatuto, la
Orden TAS 1622/2007, de 5 de junio, por la que se regula la concesión de subvenciones al
programa de promoción del empleo autónomo, que a su vez desarrolla para este tipo de
empleo las previsiones del Real Decreto 357/2006, de 24 de marzo, regulador de la
concesión directa de determinadas subvenciones en los ámbitos del empleo y de la formación
profesional ocupacional.
Dicha norma reglamentaria (no modificada tras la entrada en vigor de la LETA) deja bien a
las claras el primado que tienen los incentivos económicos en esta política de fomento en
relación con otras medidas, técnicas o garantías de empleo para el trabajo autónomo y
además, como con acierto ha sido puesto de manifiesto por la doctrina, ilustra de lo
disperso, fragmentado e ínfimo del rango de las normas que regulan esta materia, pues no
contempla todas las medidas de incentivo económico, sino tan sólo la técnica subvencional,
dejando aparte la clásica de exenciones, reducciones o bonificaciones de Seguridad Social o,
incluso, las muy valoradas relativas a la “garantía de rentas de subsistencia”, especialmente
presentes en las normas autonómicas en la materia 228 . De ahí que deban valorarse
positivamente las experiencias autonómicas que sí cuentan con una regulación más unitaria
y extensa para la política de fomento del trabajo autónomo, contemplando algunas medidas
ambiciosas --y muy novedosas-- como después se verá para el caso de Castilla y León.
Volviendo al ámbito estatal, las medidas dispuestas por la LETA, además de sumamente
genéricas, conforman un elenco de finalidades extraordinariamente heterogéneas, por lo cual
los poderes públicos cuentan con un amplísimo margen de actuación en la materia. No en
vano, es necesario tener en cuenta que el trabajo autónomo representa una forma
alternativa de empleo y, por tanto, debe ser atendida desde la perspectiva de creación de
nuevas y mejoras ocupaciones --más empleo y de mayor calidad-- pero, de otro, constituye
una actividad económica y/o profesional motor o fuente de creación tanto de riqueza
(crecimiento económico) como de otro tipo de empleo asalariado, por lo que también hay
228 Criticando que “no contamos con un Programa coherente, integral y de suficiente rango normativo, en el plano
estatal, de Fomento del Empleo Autónomo o por cuenta propia”, MOLINA NAVARRETE, C.: “La política de empleo en el
ámbito del trabajo autónomo: soluciones a la ‘crisis’ más allá del empleo asalariado”, cit., pág. 73.
FOMENTO DEL EMPLEO, AUTOEMPLEO Y ECONOMÍA SOCIAL 548