La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

los riesgos y de las medidas preventivas adoptadas para su protección. Bastará a estos
efectos la información verbal 305 , pero el deber no queda cumplido con la mera inclusión de
declaraciones formales en el contrato, pues si esto nunca es suficiente, menos aun cuando el
trabajador no alcanza la mayoría de edad 306 .
3) Más allá de cuanto indica el art. 27 LPRL, no cabe duda de que la condición personal del
menor influye en el adecuado cumplimiento de cualesquiera obligaciones preventivas del
empleador 307 , así como en la necesidad de que despliegue una mayor diligencia y vigilancia
sobre el desarrollo laboral del operario, en previsión de posibles desviaciones respecto a los
métodos previstos y las instrucciones proporcionadas 308 , no en vano el empresario, al
planificar la prevención, debe prever las distracciones o imprudencias no temerarias que
pudiera cometer el trabajador (art. 15.4 LPRL), y si tal previsión es importante respecto a
toda la plantilla, más lo será cuando se refiera a alguien inexperto. Así pues, la obligación
tuitiva no se cumple con la simple prohibición al menor de los trabajos peligrosos, sino que
es preciso adoptar medidas para que no pueda realizarlos, no bastando con la advertencia de
no desarrollar una actividad o seguir cierto comportamiento, pues debe impedirse que el
trabajador se encuentre solo frente al riesgo 309 , a fin de evitar que adopte decisiones
peligrosas 310 . Precisamente por ello, se invita a los empresarios a designar un mentor o tutor
para supervisar a estos trabajadores 311 .
4) Pese al silencio del art. 27 LPRL, la minoría de edad constituye causa bastante para
reclamar especial atención en el cumplimiento del deber formativo del art. 19 LPRL, que
resulta particularmente importante cuando se trate de adolescentes sin experiencia
profesional ni conocimientos técnicos y con una antigüedad mínima 312 , pues la formación
debe ser adecuada y tal adecuación exige tener presentes las características propias de los
destinatarios 313 . Es preciso atender también a la categoría profesional reconocida al menor,
pues, dado su carácter por lo normal auxiliar, implica una gran polivalencia funcional que
reclama un aprendizaje plural respecto a cuantas tareas asuma 314 .
La mera entrega de un manual de instrucciones, insuficiente con respecto a cualquier
empleado, todavía lo es más cuando éste, por su juventud, precisa de mayores explicaciones
para una cabal comprensión de los contenidos formativos 315 . Tampoco sirve de eximente el
hecho de que fuera a trabajar con su padre y que éste quedara encargado de explicarle lo
relativo a la materia 316 .
5) En tanto el art. 27 LPRL exige al empresario evaluar los riesgos en los términos expuestos
y el art. 22 LPRL excepciona la voluntariedad de la vigilancia de la salud, entre otros casos,
cuando sea imprescindible para valorar los efectos de las condiciones de trabajo en la salud
del trabajador, cabe concluir que el reconocimiento podrá imponerse al menor si el análisis
del puesto determina la presencia de amenazas a su integridad 317 . No se trata de una
obligación absoluta para todo tipo de actividad y trabajador, pues es preciso valorar
especialmente los factores propios de la minoría de edad y los elementos objetivos del
trabajo para advertir la necesidad de la intervención 318 .
305 STSJ Cantabria 9 noviembre 2001 (Rec. 264/2001).
306 SAP Murcia 27 mayo 2003 (JUR 240630).
307 STSJ Andalucía/Granada 12 mayo 2003 (JUR 182153).
308 STSJ Cataluña 9 marzo 2007 (JUR 305368).
309 STS 3 marzo 1998 (RJ 2307).
310 SSTSJ Asturias 21 noviembre 2008 (AS 592/2009).
311 STSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1244).
312 STSJ Cataluña 7 noviembre 2006 (AS 2333/2007).
313 STSJ Asturias 11 julio 2003 (AS 3997).
314 STSJ Cataluña 16 marzo 2001 (AS 1463).
315 SSTSJ Cataluña 14 marzo 2008 (AS 1244).
316 STSJ Canarias/Santa Cruz de Tenerife 17 junio 2004 (JUR 201879).
317 Aunque nada digan a este respecto ni el art. 22 ni el art. 27 LPRL, procede apuntar cómo “una de las medidas más
idóneas con las que cuenta el empresario para dar plena efectividad a su concreta obligación de adecuar el trabajo a las
características personales de los menores que emplee es, precisamente, la realización de reconocimientos médicos
previos y sistemáticos que le permitan detectar las aptitudes naturales psicofísicas de cada uno de ellos para el
concreto puesto que vayan a ocupar”, LOZANO LARES, F.: La regulación del trabajo de menores y jóvenes, cit., págs.
165.
318 APILLUELO MARTÍN, M.: La relación de trabajo del menor de edad, cit., págs. 176-177.
EL TRABAJO DE LOS JÓVENES POR CUENTA AJENA 412