La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

8.- Atención individualizada a cada niño.- Cuando, como ocurre en España, cada
maestro atiende a un grupo de en torno a veinte niños por clase, a menudo más, es
imposible atender a cada uno de manera separada 63 . Pese a que no sea posible una atención
personal permanente, es preciso mantener periódicamente contactos individuales con cada
alumno, pues sólo así podrán cumplirse los objetivos de atención a la diversidad y de
integración 64 .
9.- Sistemas de evaluación que permitan el seguimiento global del grupo y de cada
niño.- Es preciso contar con instrumentos para contrastar cada poco si se está avanzando
hacia los propósitos establecidos. Es necesario planificar y evaluar los procesos y la forma en
que los niños van progresando en su desarrollo global; sólo así podrán afrontarse reajustes,
relativos a alumnos concretos o al grupo en su conjunto 65 .
10.- Trabajo con los padres y con el entorno.- El centro escolar posee una capacidad
de acción limitada, por lo que es fundamental la participación de los padres para enriquecer
el trabajo educativo, no en vano familia y escuela comparten, en ocasiones de forma
asimétrica, la socialización y formación de habilidades sociales y competencias 66 . También
debe otorgarse la importancia que merece al entorno social, natural, cultural…, plagados de
recursos formativos que no deben ser despreciados.
2.- La Educación Básica
Con la transición de Infantil a Primaria tiene lugar un cambio drástico, pues se produce el
paso a la Educación Básica 67 , que abarca Primaria y Secundaria Obligatoria, conformando
una etapa que, a diferencia de modelos legislativos anteriores, se extiende hasta los dieciséis
años (con carácter general), atendiendo a las demandas que reclamaban una mayor
prolongación (al menos hasta la edad mínima de acceso al trabajo) y versatilidad, a fin de
permitir la adaptación a la cambiante dinámica del contexto sociocultural y productivo.
En la Enseñanza Básica se garantiza una educación obligatoria y común a todos los
estudiantes, estableciendo una diversificación de contenidos en los últimos años de
escolarización.
63 El número medio de alumnos por unidad/grupo en el primer ciclo de Educación Infantil en España es de 14 niños,
aunque los datos fluctúan considerablemente entre CC.AA., donde los peores datos proceden de Ceuta (18,5), Melilla
(17,8), Castilla-La Mancha (16,5) y Andalucía (15,5) y los mejores de Navarra (11,1), Asturias (11,6) y Aragón (12,4);
Castilla y León se encuentra en un punto intermedio, pero con resultados poco favorables respecto a la media (14,4).
En el segundo ciclo la media nacional es de 21,5 y por CC.AA. van a la cola Melilla (24,9), Ceuta (24,7), Madrid (23,1),
Baleares (22,7), Cataluña (22,5), La Rioja y Murcia (22,4) y Andalucía (22,3), situándose en el extremo opuesto
Extremadura (18,6), Galicia (18,9), Castilla-La Mancha (19,2), Castilla y León (19,4) y Asturias (19,6). Datos
procedentes de MINISTERIO DE EDUCACIÓN: Datos avance. Curso 2008-2009.
64 Alude a la necesaria “individualización o personalización de la enseñanza”, GOBIERNO DE NAVARRA: La orientación
educativa en la Educación Infantil y Primaria, Navarra (Gobierno de Navarra), 2001, págs. 13-15.
65 En Castilla y León, la evaluación del segundo ciclo de Infantil se regula en Orden EDU/721/2008, de 5 de mayo.
66 ABARCA CASTILLO, M.: La educación emocional en la Educación Primaria: Currículo y práctica, cit. Sobre la
necesidad de que ambas esferas se complementen, entre muchos, VILA CORTÉS, I.: “Familia y escuela: dos contextos
y un solo niño”, Aula de Innovación Educativa, núm. 45, 1995, págs. 72-76 o, por extenso, Familia, escuela y
comunidad, Barcelona (Horsori), 1998; también LÓPEZ VERDUGO, I.; RIAO RAMÍREZ, P. y SÁNCHEZ HIDALGO, J.: “Las
familias y las escuelas: una reflexión acerca de entornos educativos compartidos”, Revista de Educación, núm. 334,
2004, págs. 143-163 o BOLÍVAR, A.: “Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en común”, Revista de
Educación, núm. 339, 2006, págs. 119 y ss.
67 De hecho, se trata de un cambio radical, cuyos efectos se ven incrementados por la enorme mutación “en el trato
verbal y la interrelación emocional que el profesorado establece con el alumnado. La situación en educación infantil,
respecto a la educación primaria, es muy diferente tanto en formas de comunicación y trato, tono afectivo, exigencias
de razonamiento, etc.; que a veces no están al alcance de la edad ni de la madurez de los niños. Entendemos que en
gran parte este brusco cambio en la educación primaria se debe al desconocimiento de las fases del desarrollo
emocional”, ABARCA CASTILLO, M.: La educación emocional en la Educación Primaria: Currículo y práctica, cit.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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