La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

En el cuadro 1.14 podemos observar las inquietantes tasas de crecimiento del paro juvenil,
que superaron el 45% en 2008 y en los dos años siguientes aún se mantuvieron por encima
del 13%. No obstante, el aumento relativo de la población parada joven es inferior al
registrado en el caso del colectivo de adultos mayores de 35 años, que sufrieron un
incremento del desempleo del 168% en el mismo periodo. Como resultado, el peso relativo
de los jóvenes en la población total desempleada disminuyó seis puntos y pasó de
representar el 53,6% a representar el 47,5%. Aunque esto parezca contradictorio con lo
dicho hasta el momento sobre crecimiento del paro y de la ocupación, no lo es si observamos
la diferente evolución de la población activa: mientras que las personas activas mayores de
35 años han crecido un 18% a lo largo del periodo, los activos jóvenes han disminuido un
9,4%, es decir, no ha aumentado el desempleo en la misma medida porque la crisis ha
expulsado a una mayor proporción de jóvenes del mercado de trabajo.
Si completamos el análisis con los datos sobre demandas de empleo que proporciona el
Sistema de Información de los Servicios Públicos de Empleo (SISPE), podemos observar en
el gráfico 1.42 cómo crecen espectacularmente en los años 2008 y 2009, cuando las tasas de
variación anual alcanzan el 52,9% y el 23,7%, respectivamente. 7
Este incremento del desempleo juvenil es un elevado coste económico para la sociedad,
tanto en el ámbito social, como en el familiar e individual. La falta de trabajo, si se
experimenta a temprana edad, puede representar una amenaza para las perspectivas
laborales futuras de las personas y suele propiciar patrones de comportamiento laboral
inapropiados que perduran toda la vida, hasta el punto de que existe un vínculo probado
entre el desempleo juvenil y la exclusión social (OIT, 2010, pag. 7). Al mismo tiempo, la
incapacidad de encontrar empleo genera una sensación de inutilidad entre los jóvenes que
puede elevar los índices de criminalidad, violencia, problemas de salud mental, etc. A escala
macroeconómica, la falta de trabajo entre los jóvenes supone una pérdida de ingreso en esa
generación que se traduce en una reducción del ahorro y una disminución de la demanda
global: los jóvenes sin empleo no solamente consumen menos y no ahorran, sino que al no
generar sus propios ingresos, son mantenidos por sus familias, que también ven reducidos
sus recursos disponibles y, por tanto, su capacidad de ahorro. Así, la pérdida es doble: la del
ahorro que no pueden generar los jóvenes porque no disponen de ingresos y la del que dejan
de realizar sus familias porque se ven obligadas a aumentar su consumo para mantenerlos.
Esta situación puede iniciar un círculo negativo en el que las empresas reducen su inversión
y su oferta por las reducidas expectativas de ventas, lo cual genera una menor contratación
de trabajadores, entre ellos (o principalmente) personas jóvenes.
Además, la sociedad pierde lo que había invertido en educación y los estados no reciben las
aportaciones a sus sistemas de protección social que corresponderían a los activos
desempleados e incluso pueden necesitar incrementar los gastos sociales en prevención o
curación de los efectos negativos del desempleo sobre la salud humana (consumo sustancias
tóxicas, desequilibrios mentales, etc.).
Por todo lo anterior, tiene mucho sentido que los países se concentren en evitar la pérdida de
oportunidades de desarrollo que supone tener un elevado desempleo juvenil, pues
probablemente a través de esas políticas se encuentren las soluciones a las crisis económicas
y los ejes de crecimiento y desarrollo futuro.
Tasa de Paro
El estudio de la tasa de paro 8 suele ser considerado el indicador fundamental para analizar
qué parte de la población joven que se ha incorporado al mercado laboral (activos jóvenes)
no consigue encontrar empleo. Como corresponde a las cifras absolutas que acabamos de
7 Nótese que al utilizar datos proporcionados por el SISPE, el análisis de los jóvenes finaliza en la población menor de
30 años. Por otro lado, el carácter no obligatorio de registro de demandantes (excepto en determinadas circunstancias)
explica que sus niveles no coincidan con los proporcionados por la EPA y sean muy inferiores. A efectos de este trabajo
hemos filtrado los datos y únicamente trabajamos con los demandantes que están “parados”.
8
Tasa de paro: cociente entre el total de personas paradas de un intervalo de edad y la población activa
correspondiente a ese intervalo.
34 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN