La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

laboral, la de residencia habilitará para trabajar sin necesidad de ningún otro trámite
administrativo (art. 19.1 LO 4/2000).
VI.- Dificultades y propuestas para la inserción laboral de los
jóvenes provenientes de centros de internamiento y de centros de
alojamiento alternativos
En el elenco de colectivos incluidos en el difuso concepto de excluidos sociales con mayor
dificultad para acceder al mercado de trabajo aparecen los menores en centros de
internamiento.
Aun cuando los datos en Castilla y León invitan a la esperanza, en tanto sólo 116 personas
estuvieron sujetas a un expediente de ejecución de internamiento en 2010 y en su conjunto,
los expedientes de ejecución que implicaron la imposición de una condena sumaron un total
de 1.508, lo que supuso una reducción en 2010 de un 21% en relación al año anterior, el
número de sancionados mueve a la reflexión sobre sus posibilidades de futuro 711 .
Qué duda cabe que se trata de jóvenes, pero no pueden competir en igualdad de condiciones
que el resto. Por ello, las acciones que luchan por su inserción cabe agruparlas en tres: en
primer lugar, apostar por su formación, cuyo ámbito y objeto ha sido ya examinado en el
Capítulo pertinente; en segundo, y a semejanza de los penados en instituciones
penitenciarias, coadyuvar en su reinserción a través del trabajo retribuido a mejorar su
capacidad laboral con actividades en beneficio de la comunidad; y en tercero, facilitar el
tránsito de la institución al mundo laboral a través de diversas medidas puestas en marcha
por los poderes públicos.
Como segunda vía, los menores internados en centros de internamiento tienen derecho,
según reconoce el art. 56.2.j LO 5/2000, a una formación laboral adecuada, a un trabajo
remunerado, dentro de las disponibilidades de la entidad pública, y a las prestaciones
sociales que pudieran corresponderles cuando alcancen la edad legalmente establecida. La
prestación de servicios por cuenta ajena puede desarrollarse a través de dos vínculos
distintos:
a) El menor puede tener un contrato de trabajo común cuando la relación laboral de
los internos se desarrolle fuera de los centros y esté sometida a un sistema de contratación
ordinaria con empresarios. Esta relación se regula por la legislación laboral común, sin
perjuicio de la supervisión que en el desarrollo de estas contratos se pueda realizar por la
entidad pública competente sobre su adecuación con el programa de ejecución de la medida
(art. 53 RD 1774/2004).
b) El joven estará vinculado por una relación laboral especial según establece el art.
39 Ley 53/2002, de 30 de diciembre, el cual regula como relación laboral de carácter
especial la de los menores sometidos a la ejecución de medidas de internamiento, incluidos
en el ámbito de aplicación de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, Reguladora de la
Responsabilidad Penal de los Menores, cuando el trabajo productivo se desarrolle dentro de
los centros específicos para menores infractores.
En este caso, su empleador no es una empresa privada, sino la entidad pública
correspondiente o la persona física o jurídica con la que tenga establecido el oportuno
concierto, sin perjuicio, en este último caso, de la responsabilidad solidaria de la entidad
pública respecto de los incumplimientos en materia salarial y de seguridad social.
En cualquiera de ambas modalidades, su actividad laboral, como menores que son, está
sometida a las siguientes limitaciones --ya examinadas en el apartado correspondiente del
estudio y a él cabe remitirse para su análisis--: no podrán realizar trabajos nocturnos, ni
actividades o puestos de trabajo prohibidos a los menores; tampoco podrán realizar horas
711 Memoria de la Fiscalía de 2010.
FOMENTO DEL EMPLEO, AUTOEMPLEO Y ECONOMÍA SOCIAL 724