La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

software o, muy a menudo, del dominio de idiomas, aspectos ambos en los que los jóvenes
gozan cada vez de mayor capacitación.
3. Espíritu independiente.- Aunque el desarrollo de un trabajo a distancia exige una actitud
metódica, organizada y disciplinada, no es menos cierto que una de las principales ventajas
del teletrabajo es la libertad e independencia que otorga al trabajador para repartir su
tiempo entre ocio (también estudio, familia, etc.) y desempeño de tareas, circunstancia que
se amolda al espíritu de la juventud, más libre y menos proclive a aceptar horarios rígidos,
normas estrictas o tareas fijas.
4. Espíritu emprendedor.- Los jóvenes son, por lo general, más emprendedores que las
personas mayores y el trabajo a distancia es, en una proporción muy considerable, tarea de
quienes portan tal característica.
Sin embargo, y a pesar del potencial que el teletrabajo ofrece a los jóvenes, una de las
sorpresas que se han puesto de manifiesto a la hora de implantar experiencias de tal índole
es, conforme consta, que son aquéllos, precisamente, quienes más se resisten a asumir esta
modalidad de trabajo. Los motivos son diversos:
En primer lugar, y como ocurre con los discapacitados (para quienes se auguraba un gran
futuro con el teletrabajo), estos colectivos no desean permanecer en sus casas y trabajar
desde allí, sino que, por el contrario, lo que quieren es ir a las empresas, con el fin de
ampliar sus contactos y relaciones. El joven quiere, y necesita, relacionarse, en tanto la
incorporación al mundo del trabajo se produce en un momento existencial en el que muchos,
por multitud de circunstancias, han perdido sus contactos en el colegio o en el barrio o
precisan de otros nuevos, útiles para su devenir profesional.
En segundo término, otro aspecto negativo en la relación juventud/teletrabajo (íntimamente
relacionado con el anterior) reside en la percepción de una mayor dificultad para trazar una
carrera profesional. Surge el temor a que la ausencia de determinados vínculos con la
empresa suponga, más tarde o más temprano, una desvinculación de la misma o una no
visibilización de cara a los foros donde se toman las decisiones de importancia para el futuro
laboral de los integrantes de la plantilla.
En tercer lugar, en la empresa se logra un aprendizaje que en ocasiones vale más que el
adquirido en los centros académicos, por lo que aquélla otorga un alto valor a la experiencia.
El joven sabe esto, o por lo menos lo intuye y, por tanto, no quiere perderse este proceso, lo
que explica que, por regla general, quienes más interés demuestran por mutar su forma de
trabajo hacia el teletrabajo sean quienes ya han recorrido cierto camino en la organización,
pues no sólo cuentan con madurez y conocimientos bastantes para actuar aislados, sino que
también han podido interiorizar y acreditar aquel bagaje de formación informal.
En fin, otros factores que inciden en el hecho de que los jóvenes no manifiesten un excesivo
entusiasmo por el teletrabajo son la dureza del mismo (por ello conviene dotar al
teletrabajador de una buena preparación psicológica) y la desconfianza, que se ve
incrementada por su falta de experiencia para desenvolverse libremente en los mercados
laborales y por la ausencia de una legislación específica que ayude a paliarla.
Resta, para concluir, efectuar oportuna mención a la concreta hipótesis del trabajo
autónomo, cuyo potencial para la creación de empleo reside en la posibilidad de iniciar y
desarrollar la actividad con una inversión baja y mínimos costes (los precios de los
equipamientos se reducen constantemente, no es preciso invertir en grandes instalaciones y
locales…) 394 . “La aventura de los jóvenes que montan ‘en un garaje’ una empresa que se
acaba cotizando en las principales bolsas de valores del mundo se ha repetido demasiadas
veces como para no considerar muy en serio las posibilidades de generar riqueza a partir de
una idea que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permiten desarrollar
plenamente” 395 .
394
ORTIZ CHAPARRO, F.: “Teletrabajo y nuevas oportunidades de empleo”, Revista del Instituto de Estudios
Económicos, núm. 3, 1999, págs. 109 y ss.
395
ORTIZ CHAPARRO, F.: “Los jóvenes en el teletrabajo”, cit., págs. 24 y 27.
429 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN