La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

profesional de las personas trabajadoras, cuyo art. 1 prevé la bonificación (sujeta a la
concurrencia de diversos requisitos) de la contratación a tiempo parcial, sea temporal (eso
sí, de duración superior a seis meses) o indefinida, de jóvenes menores de treinta años 239 .
En cualquier caso, desde las políticas activas de empleo parece mostrarse un superior temor
por la contratación temporal que por la realizada a tiempo parcial; de hecho, la bonificación
al vínculo de duración determinada se presume excepcional y, sin embargo, cuando el
contrato es suscrito sine die no es condición indispensable que sea también a jornada
completa.
Los propios jóvenes, pese a preferir la contratación a jornada completa, se muestran por lo
general dispuestos a admitir el contrato a jornada parcial con tal de acceder al mercado
laboral. La falta de expectativas de colocación derivada de la crisis económica ha provocado
una “rebaja” en las aspiraciones de los candidatos.
II.- Relaciones laborales comunes con especialidades
1.- Trabajo de menores de dieciocho años
El Derecho del Trabajo tuvo como uno de sus puntos de origen la necesidad de atender al
problema planteado por la explotación de los niños 240 . Las primeras normas laborales versan
sobre limitación de jornada, justificando esa intervención en razones relativas a la salud de
los trabajadores todavía en fase de crecimiento y formación 241 , así como a la salvaguarda de
la educación elemental 242 . Desde entonces, la necesidad de regular la jornada máxima de los
más vulnerables ha sido puesta de manifiesto en multitud de textos internacionales
(destacando el Convenio 138 OIT, de 6 de junio de 1973) y ha sido recogida a nivel
comunitario, fundamentalmente a través de la Directiva 94/33/CE, del Consejo, de 22 de
junio, sobre protección de los jóvenes en el trabajo.
La regulación actualmente aplicable a quienes no han alcanzado la mayoría de edad no llega
a configurar una relación laboral especial en sentido estricto, pero sí presenta singularidades
capaces de diferenciar su régimen jurídico del común previsto para los adultos 243 . Vaya por
delante que tales diferencias en modo alguno encierran discriminación; antes al contrario,
configuran un marco legal portador de superiores garantías en orden a la tutela y seguridad
de sujetos necesitados de ella, coadyuvando al cumplimiento de fines esenciales del Estado
Social de Derecho 244 . Conforme ha indicado el Tribunal Constitucional, la categoría de los
menores reclama en el mundo laboral una acción pública dirigida a la protección con
modulaciones de un principio absoluto de igualdad, por mor de la esencial vulnerabilidad de
sus destinatarios 245 .
Esta respuesta particular se articula en el Ordenamiento Laboral español en torno a diversos
tipos de medidas (derecho necesario que no admite intervención contraria de la autonomía
individual o colectiva), cuya dispersión y obsolescencia hacen aconsejable la aprobación de
239 Se asume así “el incentivo a la contratación temporal e indefinida de jóvenes mediante el empleo a tiempo parcial”,
CES CASTILLA-LA MANCHA: Jóvenes y mercado de trabajo en Castilla-La Mancha. Estudio a iniciativa propia, cit., pág.
259.
240 “Una de las formas de luchar contra la explotación laboral de los menores, que agravó la Revolución Industrial, fue a
través de las leyes protectoras de su trabajo…, dedicadas específica y limitadamente a ellos”, APILLUELO MARTÍN, M.:
La relación de trabajo del menor de edad, Madrid (CES), 1999, pág. 17.
241 GONZÁLEZ BIEDMA, E.: “La jornada (En torno al artículo 34)”, REDT, núm. 100, 2000, pág. 731.
242 En este sentido, existe un dato irrebatible: “el hecho que permitió acabar con el trabajo infantil fue el
establecimiento de la enseñanza gratuita y obligatoria a principios de los años ochenta del siglo XIX” [MORA CABELLO
DE ALBA, L.: “La explotación infantil en el Derecho del Trabajo”, RDS, núm. 25, 2004, pág. 113]. En efecto, “la
prohibición del trabajo infantil se desarrolla en paralelo con la afirmación del derecho a la educación. De hecho, esta
conexión puede percibirse en todos los instrumentos internacionales o comunitarios que se han ocupado de los
derechos de niños y menores” [GOERLICH PESET, J.Mª.: “Prohibición del trabajo infantil y protección de los jóvenes en
el trabajo”, en AA.VV. (ÁLVAREZ CONDE, E. y GARRIDO MAYOL, V., Dirs.): Comentarios a la Constitución Europea,
Libro II: Los derechos y libertades, Valencia (Tirant lo Blanch), 2004, pág. 1195].
243 LOZANO LARES, F.: La regulación del trabajo de menores y jóvenes, Sevilla (Mergablum), 2000, pág. 157.
244 STSJ Castilla y León/Valladolid 11 junio 2003 (JUR 6741/2004).
245 STCo 31/1984, de 7 de marzo (RTC 31). MARTÍNEZ VIVOT, J.J.: Trabajo de menores y de mujeres, Buenos Aires
(Ediciones Depalma), 1964, págs. 13-14, apunta, como motivos para la protección legislativa del menor de edad que
suscribe un contrato laboral, así como los que justifican el veto al trabajo infantil, razones biológicas, de seguridad,
culturales, morales y demográficas.
403 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN