La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

creación directa de empleo en el sector público; interacción entre las políticas activas y la
protección económica frente al desempleo” 31 , objetivos, a los que hay que añadir, tras la
promulgación del Real Decreto Ley 3/2011, la dispensa de “servicios individualizados a la
población activa dirigidos a facilitar su incorporación, permanencia y progreso en el mercado
laboral, así como a las empresas para contribuir a la mejora de su competitividad” [art. 2 h)
LE], así como el fomento de “la cultura emprendedora y el espíritu empresarial, y la mejora
de la atención y acompañamiento a las personas emprendedoras en la puesta en marcha de
su iniciativa empresarial” [art. 2 i) LE].
Estas políticas de empleo se han de completar, obviamente, con la necesaria intermediación en
el mercado de trabajo. Su esquema institucional se reorganiza al inicio de la década de los
noventa porque, en ese nuevo contexto, los Servicios de Empleo deben superar su finalidad
originaria --"erradicar el lucro en el momento de la adquisición por el empresario del bien
trabajo"—para pasar a convertirse en "instituciones encargadas de dotar al mercado de la
máxima transparencia y fluidez, así como de adecuar, conforme a un plan previamente
programado, las ofertas profesionales a los requerimientos del sistema productivo" 32 . Con tales
mimbres, sin duda la formulación idónea de unos modernos Servicios de Empleo pasa por la
construcción de una arquitectura social de dispensa pública que permita ser un instrumento
eficaz de transición de las personas en paro, o con trabajos inestables o erráticos, hacia una
actividad económica remunerada de mayor calidad 33 .
Cierta es, pues, la existencia actual de una obligación y un deber de los poderes públicos de
crear un servicio de empleo de carácter integral, en el sentido de llevar a cabo una completa
organización mediática para hacer posible la colocación de los trabajadores, singularmente de
aquellos que más dificultades presentan como sucede con los jóvenes 34 . No menos cierto
resulta, sin embargo –y como complejidad añadida--, que en el contexto presente caracterizado
por lo que se ha venido a denominar “un Estado de Bienestar en transición” 35 , la política de
empleo ha de realizar los esfuerzos oportunos para conseguir la convergencia entre la creación
de puestos de trabajo, la reducción de la inflación y la contención del déficit público en un difícil
encaje de bolillos. Ello no ha impedido, sin embargo –y como no podía ser de otra manera--,
que la intermediación en el mercado de ocupaciones adquiera la máxima prioridad en la agenda
del Gobierno para un futuro inmediato, con el fin de detectar las necesidades de las empresas y
sectores productivos, identificando el perfil socioprofesional de los demandantes de empleo y
conectando subsiguientemente la oferta de trabajo y la demanda.
La actualidad del debate sobre la intermediación en la colocación pasa por realizar una reflexión
detenida sobre la operatividad de los Servicios Públicos de Empleo que deben dar sofisticadas
respuestas a nuevos problemas, derivados de la fragmentación y diversificación del mercado de
trabajo según distintas realidades territoriales, de la disgregación en la composición de la
estructura profesional de la fuerza laboral, donde conviven posiciones de desequilibrio
cuantitativo y cualitativo, de la fluctuación de la misma actividad productiva, así como de los
cambios sucedidos en los propios aparatos empresariales, sometidos ahora a continuas
reestructuraciones por mor de innovaciones tecnológicas y de una feroz competencia 36 . La
dotación a los poderes públicos de instrumentos eficaces de intervención y promoción de la
ocupación, en un contexto adverso, adquiere, pues, importancia capital, circunstancia que no
debe impedir la participación de iniciativas privadas debidamente canalizadas.
31
CAVAS MARTINEZ, F.: “El nuevo Derecho del Empleo”, AS, BIB 2003/1555, p. 2.
32
VALDÉS DAL-RE, F.: "Colocación y mercado de trabajo", El Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social ante la crisis
económica, Universidad Complutense, Madrid, 1984, pp. 161 y ss.
33
SARAGOSSA I SARAGOSSA, J.V.: “Los servicios de empleo y la actividad económica en la Unión Europea”, El
empresario laboral. Estudios jurídicos en homenaje al Profesor Camps Ruíz con motivo de su jubilación, BLASCO
PELLICER, A., (coord.), Tirant Lo Blanch, Valencia, 2010, p. 688.
34
SERRANO FALCÓN, C.: Servicios públicos de empleo y agencias de empleo privadas. Público y privado en la
actividad de colocación, Granada, Comares, 2009, p. 68.
35
JONHSON, N.: El Estado de Bienestar en transición. La teoría y la práctica del pluralismo de bienestar, Ministerio de
Trabajo, Madrid, 1990.
36
GALLEGO MORALES, A.J.: “La emergencia de nuevos agentes en los procesos de colocación. Perspectivas y
peligros”, La reforma del mercado de trabajo y de la seguridad y salud laboral, MONEREO PEREZ, J.L., (ed.),
Universidad, Granada, 1996, p. 172.
LA GESTIÓN DE LA COLOCACIÓN DE LOS JÓVENES.
AGENTES INTERVINIENTES
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