La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

Al haber sido celebrado al amparo del artículo 83.3 ET, y acreditar los requisitos de
legitimidad y representatividad exigidos por el ordenamiento jurídico español, merecerá la
naturaleza jurídica prevista por la norma estatutaria para los convenios colectivos celebrados
conforme al procedimiento establecido en el Título III ET, esto es, eficacia normativa y
alcance personal erga omnes.
Ahora bien, esta eficacia jurídica directa y general, propia de cualquier acuerdo del artículo
83.3 ET, debe ser oportunamente matizada por cuanto el artículo 2.2 parece condicionar su
aplicabilidad y vigencia en cada uno de los sectores o empresas afectados a un acto de
adhesión al mismo en los niveles de negociación correspondientes 321 , habida cuenta de que
“podrán acogerse a este Acuerdo las empresas, cualquiera que sea su forma jurídica, los
trabajadores y sus respectivas Organizaciones, que desarrollen acciones formativas dirigidas
a los trabajadores en los términos que, con base a este Acuerdo, se determinen”, sin
necesidad de que, tal y como exigía el III Acuerdo, los trabajadores destinatarios hayan de
satisfacer cuota de formación profesional.
En cuanto hace a su estructura, el IV Acuerdo modifica de manera importante las previsiones
recogidas en su inmediato precedente, “confluyendo los subsistemas de formación
profesional continua y ocupacional en el de formación para el empleo”, sin que aquéllas
vayan a desaparecer al integrarse en una oferta formativa dirigida a todos los
trabajadores 322 . La primera novedad tiene que ver con su nombre, en cuanto desaparece el
apellido continua que acompañaba a la formación en los anteriores, y se elimina también la
definición que sobre la misma recogían pactos preliminares. Además, se simplifican el
número de planes regulados en su seno, pues las 6 acciones fundamentales del III Acuerdo
(planes de formación de empresa, los agrupados sectoriales, los específicos de la economía
social, los intersectoriales, las medidas complementarias y de acompañamiento a la
formación y los permisos individuales de formación) quedan reconducidas a dos actuaciones
principales en el IV cuáles son la formación de demanda y la formación para el empleo.
Con ello, se intenta actualizar la materia y ofrecer una regulación más clara y simplificada, al
menos en el número de cauces a utilizar, para los destinatarios últimos de las medidas
recogidas en su texto, pues una de las quejas reiteradas por los agentes sociales sobre
Acuerdos precedentes pasaba tanto por “el carácter excesivamente burocrático de la gestión,
que en muchos casos dificulta el logro de los objetivos de los acuerdos --especialmente en
las PYMES que no tienen recursos para responder a tantas exigencias administrativas-- y que
pone en entredicho la eficiencia real de las ayudas” 323 , como por su complejidad, obstáculos
ambos que aconsejaban “aumentar la capacidad de acción de las empresa en la toma de
decisiones sobre la formación de sus propios trabajadores” 324 .
De esta manera, se pretende ofrecer una respuesta más óptima a las nuevas necesidades
formativas de los trabajadores, las empresas y la sociedad en un contexto que en aquellas
circunstancias atendía a la globalización y aumento de la movilidad de la mano de obra, sin
profesionales por los trabajadores a través de la formación y de la experiencia laboral”, MARTÍN PUEBLA, E.: El sistema
de formación profesional para el empleo, Valladolid (Lex Nova), 2009, pág. 50.
321 Corroborando de manera indirecta la afirmación precedente por cuanto la firma de un Convenio posterior “obligaba a
un nuevo y soberano --nuevo, en tanto acto y en tanto quienes lo actuaban, y soberano, en tanto llevado a cabo por
quienes tenían tal soberanía como firmantes-- acto de adhesión al III Acuerdo [Nacional de Formación Continua], pues
por ende, de otro modo y dadas las fechas de vigencia de los diferentes pactos --II Convenio Colectivo, III Convenio
Colectivo y III Acuerdo--, resultaría que la totalidad del año 2003 quedaría ‘desamparada’ acordaticiamente para el
Sector que ahora interesa, en tanto a 1 de enero de dicha anualidad el II Convenio Colectivo había concluido en su
vigencia, iniciándose la del III Convenio Colectivo, determinado ello dicho ‘desamparo’, pues el año 2003, ni estaría
cubierto por un II Convenio Colectivo ya vigente, ni lo estaría por un III Convenio Colectivo bajo cuya vigencia no se
habría producido pacto alguno de adhesión al III Acuerdo, todavía vigente”, SAN 19 mayo 2004 (AS 2743).
322
CANO GALÁN, C.: La formación profesional en España y las cláusulas de formación en la negociación colectiva, cit.,
págs. 102 y 103.
323
, PINEDA, P. y SARRAMONA, J.: “El nuevo modelo de formación continua en España: balance de un año de cambios”,
Revista de Educación, núm. 341, 2006, pág. 716.
324 MARTÍN PUEBLA, E.: El sistema de formación profesional para el empleo, cit., pág. 44.
LA FORMACIÓN COMO MECANISMO PARA FOMENTAR LA
CUALIFICACIÓN Y EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES
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