La empleabilidad de los jóvenes en Castilla y León - Consejo ...

docentes son los encargados de desarrollar y completar los contenidos educativos del primer
ciclo y el currículo del segundo establecidos por aquella administración educativa; en el caso
de Castilla y León, a través de Decreto 12/2008, de 14 de febrero, y Decreto 122/2007, de
27 de diciembre, respectivamente.
En tanto la Educación Infantil asienta los cimientos del resto del sistema educativo 61 , es
conveniente plantear cuáles son los aspectos clave para garantizar su calidad y coherencia,
pudiendo citar, sin ánimo exhaustivo, el decálogo siguiente 62 :
1.- Organización espacial.- Son necesarios espacios amplios, bien diferenciados, de
fácil acceso y especializados (fácilmente identificables por los niños); también deben existir
otras áreas para llevar a cabo tareas conjuntas de todo el grupo.
2.- Equilibrio entre iniciativa infantil y trabajo dirigido a la hora de planificar y
desarrollar las actividades.- Sin perjuicio de los períodos de trabajo dirigido destinado a
afrontar las tareas clave del currículo, son precisos algunos ámbitos y momentos a lo largo
de la jornada en los que el niño, de forma autónoma, decida lo que va a hacer.
3.- Atención privilegiada a los aspectos emocionales.- En esta etapa las cuestiones
emocionales juegan un papel fundamental, además de constituir condición sine qua non para
el desarrollo psicomotor, intelectual, social y cultural. En la práctica, la atención a esta
dimensión implica la ruptura de formalismos excesivos y exige gran flexibilidad en las
estructuras de funcionamiento.
4.- Uso de un lenguaje enriquecido.- Sobre el lenguaje se va construyendo el
pensamiento y la capacidad de decodificar la realidad y la propia experiencia, es decir, la
capacidad misma de aprender. Por ello es importante crear un ambiente en el cual sea el
gran protagonista: hacer posible y presionar para que todos los niños hablen y llevar el
hablar cada vez más lejos para que pongan en juego todo su repertorio y superen
constantemente las estructuras previas.
5.- Diferenciación de actividades para abordar las distintas dimensiones del
desarrollo y todas las capacidades.- Aunque el crecimiento infantil es un proceso global e
interconectado, no se produce de modo homogéneo ni automático, por lo que cada ámbito
del desarrollo requiere de intervenciones que lo refuercen y vayan sentando las bases de un
progreso equilibrado del conjunto.
6.- Rutinas estables.- Las rutinas juegan, como los espacios, un papel importante a
la hora de definir el contexto en que los niños se mueven y actúan. Su estabilidad sustituye
la incertidumbre del futuro por un esquema fácil de asumir; lo cotidiano pasa así a ser algo
previsible, ayudando al aumento de la seguridad y la autonomía.
7.- Materiales diversificados y polivalentes.- El aula ha de ser un escenario muy
estimulante, capaz de facilitar y sugerir múltiples posibilidades de acción.
61 Estudios realizados años atrás sobre los efectos de la escolarización a los 4-5 años en el rendimiento escolar a lo
largo de la enseñanza obligatoria mostraron la importancia de la Educación Infantil en relación con el éxito o fracaso
escolar, DE MIGUEL, M.: Preescolarización y rendimiento académico: un estudio longitudinal de las variables
psicosociales a lo largo de la EGB, Madrid (CIDE), 1988.
62 Siguiendo en el discurso a ZABALZA, M.A.: Calidad en la Educación Infantil, Madrid (Narcea), 1996, págs. 49-61.
Desde otras propuestas, los indicadores de calidad de la Educación Infantil se agrupan en tres grandes bloques: 1) Los
estructurales se refieren a las normas mínimas que el centro debe tener para facilitar el trabajo del equipo docente, las
relaciones y el aprendizaje infantil y atienden tanto a las características del centro y del aula como del proyecto
curricular; 2) Los dinámicos o procesuales son los relativos a las experiencias que tienen los niños y a las interacciones
producidas entre éstos y los adultos durante el proceso educativo, de forma que se mide la calidad en función de que
las conductas del profesor y las actividades sean adecuadas (cómo se realiza el proceso de enseñanza-aprendizaje,
debiendo considerar implementación, tipo de actividades, tareas, interacción profesor-niño y niño-niño); 3) Los de
resultado atienden a la consecución de los objetivos del programa y de las metas educativas del país o comunidad
particular, contemplando aspectos relacionados con el niño, los padres, los profesores y la comunidad, GARCÍA, M.: “La
evaluación de la Educación Infantil”, cit., págs. 49 y ss.
84 INFORME SOBRE LA EMPLEABILIDAD DE LOS JÓVENES EN CASTILLA Y LEÓN