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reprimidos. 51 Se acentuó la diferencia entre indios y la minoría española y criolla. El proyecto
indígena era histórico, con base en un ideal tiempo pasado, en cambio el proyecto modernizador
tenía base en el futuro, en una sociedad sin raíces en el pasado. 52
Por otro lado, se fueron haciendo requerimientos de tierras y de mano de obra indígenas
para servicio de los fundos, las haciendas y las ciudades. Se fueron imponiendo políticas de
población acordes con las necesidades de los colonizadores y ajenas a las necesidades de los
indios. Los colonizadores se expandieron rápida e inconteniblemente y fueron tomando las
tierras de los indios mediante diversos métodos disfrazados de legales. La propiedad indígena
se redujo considerablemente. 53 Además, debido a su estatus de etnia era difícil que se pudiera
hablar de un derecho a la propiedad de la tierra. Por otro lado, el que los indios fueran
propietarios de tierras se oponía a los intereses de los colonizadores que buscaban asentarse en
las “tierras conquistadas”: “las ciudades y los emporios agrícolas y mineros requerían tanto de
las propiedades indígenas como del trabajo forzoso de los indios. Así, el indio no pudo gozar de
libertad ni tampoco ejercer a cabalidad el dominio sobre sus bienes”. La complejidad crecía
porque el concepto de propiedad de la tierra nada tenía que ver con el concepto indígena de la
misma que era más de tipo comunal, donde la relación era con un ser vivo no susceptible de ser
poseído. 54
De esta manera, aumentó “la presión que haciendas, plantaciones y estancias ganaderas
ejercían sobre las tierras de las comunidades indias, a la que se agregó, a su vez, la derivada del
crecimiento poblacional en el interior de estas últimas.” Aumentó también el número de
personas que vivía al margen de las dos repúblicas. 55
Poco a poco con la formación de latifundios y el monopolio de la producción se fue
despojando a los indígenas de sus tierras y se los fue orillando a las ciudades, convirtiéndolos
también en consumidores de sus productos. La acumulación de tierras requirió que se asegurara
la existencia de mano de obra estable y fija. Uno de los métodos para ello fue sostener sistemas
de bajos salarios; los indios se fueron convirtiendo en peones asalariados; a un nivel de
51 FLORESCANO, Enrique, Etnia, Estado y Nación. Ensayo sobre las identidades colectivas en México,
op. cit., p. 253
52 FLORESCANO, Enrique, Etnia, Estado y Nación. Ensayo sobre las identidades colectivas en México,
op. cit., p. 266
53 MONTEMAYOR, Carlos, Los pueblos indios de México hoy, op. cit., pp. 51-52
54 MONTEMAYOR, Carlos, Los pueblos indios de México hoy, op. cit., pp. 49-50
55 KROTZ, Esteban, “El indigenismo en México”, op. cit. p. 165; MORENO TOSCANO, Alejandra, “La
era virreinal”, op. cit., p. 63