Ir al documento completo - IIDH

229
hablara el español. 216 Los gobiernos de la revolución marcaron su visión del Estado-nación en
diversos elementos de la cultura nacional. Al buscar un sustento, una base tradicional para el
Estado-nación, se volvió a llegar a la época prehispánica a la que se utilizó de nuevo como
legitimación y se retomaron algunos elementos indígenas del presente “de fácil atractivo: la vida
bucólica del campesino, las artesanías populares, el folclor. En la música, en la danza, en la
literatura y las artes plásticas, la temática de lo indio proporcionó los elementos para configurar
una vasta corriente nacionalista bajo el patrocinio gubernamental.” 217
Durante años se hicieron estudios acerca de las zonas rurales –y por ende, de las
indígenas— que se quedaban en términos de folclor, y por años las tradiciones rurales –e
indígenas— fueron secuestradas por un Estado revolucionario populista que ignoraba la vasta
dinámica sociopolítica de estas comunidades o pueblos. Esto sucedía al mismo tiempo que el
mismo Estado perpetuaba “nociones de una cultura rural singular auténtica, presentada
habitualmente como el repositorio de la identidad y la virtud nacionales.” 218
Según Stavenhagen, la generación que surgió de la revolución ya no buscaba en otros su
identidad sino que se finaba en su propia realidad. Cita como ejemplo de lo anterior al
importante antropólogo mexicano Alfonso Caso, quien opinaba que para salvar al país era
necesario volver la vista a las costumbres y tradiciones mexicanas y que, en consecuencia, ya no
deberían negar al indígena que antes negaron otras generaciones. 219 Con Manuel Gamio –y su
libro Forjando patria publicado en 1916— se trazaron los cimientos del indigenismo 220 como
ideología política que ha marcado el proceder gubernamental mexicano casi hasta nuestros días.
El indigenismo, aunque ha variado y actualizado sus postulados teóricos, en el fondo ha
conservado el proyecto planteado por los no indios para la integración de los indios a la nación.
Este proyecto se concretiza en una serie de planes integrales que incluyen, entre otros,
desarrollo económico, educación, salud, y organización política; todo hacia la conversión a la
cultura occidental. 221
216 HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas
en Oaxaca, op. cit., p. 18
217 BONFIL, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, op. cit., p. 89
218 JOSEPH, Gilbert M. y NUGENT, Daniel, “Cultura popular y formación del Estado en el México
revolucionario,” op. cit., p. 43
219 STAVENHAGEN, Rodolfo, (coord.), Derecho indígena y Derechos Humanos en América Latina, op.
cit., p. 40
220 El antropólogo mexicano Rodolfo Stavenhagen define indigenismo como “[e]l conjunto de ideas y
actividades concretas que realizan los estados latinoamericanos en relación con las poblaciones
indígenas”. STAVENHAGEN, Rodolfo, (coord.), Derecho indígena y Derechos Humanos en América
Latina, op. cit., p. 40
221 BONFIL BATALLA, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, op. cit., pp. 170-176