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que luego volvieran a sus comunidades a promover el cambio social. 322 Se trataba de
individuos extraídos de su comunidad que eran aleccionados para introducir los elementos del
exterior y eliminar los del interior que se consideraran pertinentes. Sobre todo en la década de
1970 se entrenó y ubicó en sus comunidades a una gran cantidad de maestros bilingües. 323
En la década de 1950 se crearon siete CCI y en la de 1960, cinco más. Para el sexenio
del presidente Luis Echeverría (1971-1976), precisamente cuando Aguirre Beltrán era el
director del INI, se crearon 58 nuevos CCI. En los sexenios de López Portillo (1976-1982) y
Miguel de la Madrid (1982-1988) se crearon 21 en total. La creación de nuevos CCI continuó
hasta 2000. 324 Con el paso de los años el INI fue asumiendo en los hechos funciones más
operativas debido a la ausencia de acción de otras instituciones federales y estatales que
atendieran los reclamos de los pueblos indígenas. El Instituto creció tanto que en los años
noventa su estructura estaba diseñada para atender 23 estados de la República a través de 96
Centros Coordinadores Indígenas (CCI), organizados en 21 delegaciones estatales y doce
subdelegaciones.” 325
Las políticas indigenistas de finales del siglo pasado, se basaban en argumentos que
presentaban como científicos en los que se presentaba un futuro fatalista y determinista a los
pueblos, pero en realidad ocultaban una situación de explotación que se daba a causa de la
relación entre las sociedades indígenas y el capitalismo mexicano. 326 En realidad muchas de
estas políticas, en los casos concretos, en terreno, significaban el despojo de los indígenas de sus
tierras y la conversión de los mismos a trabajadores. Buscar “la proletarización del indio era,
pues, una tarea primordial; solo como proletarios los indios podrían superar su situación,
integrarse a México y, a largo plazo, tener perspectivas de alcanzar otra etapa evolutiva de la
sociedad sin clases.” 327
Por estas épocas comenzó a darse también un tipo de indigenismo maniqueo por un
lado, e hipócrita por el otro: se decía que los indios eran explotados por una sociedad mestiza
regional que los manipulaba; “los indios eran los ignorantes buenos y los mestizos los malos
que sabían aprovechar su mejor preparación.” Por otro lado, estas posturas servían de máscara
322 HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas
en Oaxaca, op. cit., pp. 25-26
323 HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas
en Oaxaca, op. cit., pp. 26-27
324 HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas
en Oaxaca, op. cit., p. 26
325 LÓPEZ BÁRCENAS, Francisco, Legislación y derechos indígenas en México, op. cit., p. 33
326 FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, op. cit., p. 128
327 FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, op. cit., p. 128