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CAPÍTULO 2. EL PODER ESTATAL Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ANTE
LA DIVERSIDAD CULTURAL
Trataremos aquí las reacciones o la forma como han recibido el fenómeno de la
multiculturalidad quienes han tenido la facultad de decisión y el poder político. Hablaremos de
algunos casos de posturas, políticas y criterios normativos que se han tomado respecto de la
multiculturalidad, tanto dentro de los Estados, como a nivel internacional.
2.1. La visión del Estado-nación homogéneo
Como hemos venido señalando, en la actualidad, el mundo se encuentra conformado
por entidades organizadas con la forma de Estados-nación. Debido al fenómeno de la
globalización, los Estados se han visto mermados en sus facultades de decisión; sin embargo,
aún es dentro de los mismos donde se ubican las minorías culturales en posición de desventaja y
muchas veces en franca contradicción con la estructura legal y política que el Estado ha
decidido tener.
En cuanto al término Estado, 1 señala González Uribe que su utilización para designar un
tipo de organización política, a la que se conoce hoy como Estado moderno, es bastante reciente
y se remonta al renacimiento humanista de los siglos XV y XVI en Italia. En la Edad Media se
formaron gran parte de las nacionalidades europeas. Se dieron distintos nombres a las
agrupaciones políticas, consecuencia de la gran diversidad de realidades políticas que coexistían
en lucha con diversas formas de poder en una situación de pluralismo político. 2
A fines de la era medieval e inicios de la modernidad se fueron dando nuevas formas de
poder y dominio. Al decaer los imperios, la soberanía papal y los señoríos feudales, fueron
cobrando fuerza los reinos nacionales como Inglaterra, Francia y España a la par de una
creciente centralización política y jurídica que fue acompañada de un nuevo discurso político y
jurídico. 3 De forma paralela se fueron consolidando algunas ciudades que se fueron constituyendo
en “verdaderas repúblicas urbanas” tales como Venecia y Florencia que llegaron a tener gran
influencia en la política sudeuropea. Fue precisamente en Florencia donde comenzó a usarse la
1 Utilizaremos mayúscula inicial para referirnos al Estado en el sentido en que aquí lo estamos utilizando
y con minúscula inicial para referirnos a las entidades político-administrativas al interior de México, que
además de denominárseles entidades federativas se les llama también estados.
2 GONZÁLEZ URIBE, Héctor, Teoría política, México, Porrúa, 1987, 6° edición, pp. 143-146
3 GONZÁLEZ URIBE, Héctor, Teoría política, Porrúa, op. cit., p. 147