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indigenismo oficial se fue convirtiendo en una vía para el sometimiento de los pueblos
indígenas a las nuevas concepciones de desarrollo. 315 La política del Estado, además de
promover la cultura occidental, comenzaba a hacer a un lado a los pueblos que obstaculizaran la
industrialización, la urbanización, la explotación petrolera, los centros turísticos, etc. 316
El Departamento de Asuntos Indígenas instaurado por Cárdenas se transformó en 1944
en la Dirección General de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Educación Pública. En 1948
se convirtió en el Instituto Nacional Indigenista (INI). 317
El INI contaba con personalidad jurídica propia. Su mandato consistía en coordinar las
acciones del gobierno en zonas indígenas, pero en realidad acabó desarrollando sus propios
programas y proyectos. 318 Como institución que diseñaba e instrumentaba la política
gubernamental en materia indígena, se encargó del “estudio, investigación, asesoría, difusión y
capacitación para promover las medidas para el mejoramiento de los pueblos y comunidades
indígenas, así como la coordinación con programas de otras dependencias oficiales en regiones
indígenas.” 319 Con el INI “se puso en marcha el plan ideado por Aguirre Beltrán y cuya
propuesta consistía en instrumentar un proceso de aculturación que propugnaba por la
conformación de una nueva cultura, la cultura mestiza, que resultaría del contacto de las culturas
indígenas y europeas.” 320 Las políticas indigenistas implementadas por el INI trataban de “lograr
la integración del indio mediante procesos de cambio inducidos, planificados y controlados
desde la política oficial.” 321
Con base en las ideas de Aguirre Beltrán se creó, en 1951 en San Cristóbal de las Casas,
Chiapas, el primero de una serie de Centros Coordinadores Indigenistas (CCI). La labor del INI
debía entonces ser desarrollada a través de los CCI que idearían los pasos a dar dentro de
regiones denominadas interculturales, de convivencia indígena y mestiza. En los centros
trabajaban los “promotores culturales”, que eran indígenas bilingües a los que se entrenaba para
315 FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, op. cit., pp. 127-
128
316 BONFIL BATALLA, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, pp. 176-181
317 Ver FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, op. cit., p. 128;
LÓPEZ BÁRCENAS, Francisco, Legislación y derechos indígenas en México, op. cit., p. 33;
HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas en
Oaxaca, op. cit., p. 25; STAVENHAGEN, Rodolfo, (coord.), Derecho indígena y Derechos Humanos en
América Latina, op. cit., p. 350; DURAND ALCÁNTARA, Carlos H. Derecho nacional, derechos indios
y derecho consuetudinario indígena, op. cit., pp. 72-73
318 STAVENHAGEN, Rodolfo, (coord.), Derecho indígena y Derechos Humanos en América Latina, op.
cit., p. 350
319 LÓPEZ BÁRCENAS, Francisco, Legislación y derechos indígenas en México, op. cit., p. 33
320 HERNÁNDEZ-DÍAZ, Jorge, Reclamos de la identidad: La formación de las organizaciones indígenas
en Oaxaca, op. cit., p. 25
321 FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, op. cit., p. 129