11.01.2015 Views

Ir al documento completo - IIDH

Ir al documento completo - IIDH

Ir al documento completo - IIDH

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

555<br />

Fue así como, fin<strong>al</strong>mente, de septiembre de 1937 a junio de 1939 el presidente Cárdenas<br />

emitió una serie de acuerdos y decretos por los que les restituyen gran parte de sus tierras y el<br />

derecho de uso de agua. En 1940 se emitió el Decreto en el que se definieron los límites del<br />

territorio y el porcentaje de agua a que tenían derecho: se les reconoció una extensión de<br />

aproximadamente 400 mil hectáreas y se acordó que dispondrían del cincuenta por ciento del<br />

caud<strong>al</strong> que se <strong>al</strong>macenara en la presa “La Angostura.” 521<br />

Edward Spicer 522 destaca de los reconocimientos de Cárdenas otro hecho: para Spicer lo<br />

relevante de la política de Cárdenas no fue el reconocimiento de derechos yaquis sobre la tierra,<br />

ni la colaboración del gobierno con el aprovechamiento yaqui del agua pues ambas cosas ya se<br />

habían hecho antes –aunque en menor esc<strong>al</strong>a— por otros miembros del gobierno. Además, en<br />

las 400 hectáreas reconocidas a los yaquis se dejó fuera parte de las tierras que ellos<br />

reclamaban. 523 La diferencia en la política de Cárdenas consistió en que éste reconoció a los<br />

gobiernos tradicion<strong>al</strong>es de los pueblos yaquis como entes políticos: “desde el principio trató con<br />

representantes de los gobernadores,” en sus declaraciones se dirigió siempre ofici<strong>al</strong>mente a los<br />

gobernadores de los Ocho Pueblos e instruyó a los demás miembros del gobierno para que<br />

también lo hicieran así. 524<br />

Es decir, en p<strong>al</strong>abras de Spicer: “No aceptó la antigua demanda de que los yoris<br />

abandonaran el territorio yaqui, pero sí aceptó un principio más gener<strong>al</strong> subyacente a esa antes<br />

tan reiterada demanda: que la autoridad política yaqui fuera reconocida como legítima en las<br />

comunidades yaquis.” Incluso la forma como se hizo el deslinde de las tierras es importante<br />

puesto que se hizo en clave de territorios de los pueblos tradicion<strong>al</strong>es, de t<strong>al</strong> manera que “en los<br />

521 Este decreto puede consultarse en MOLINA, Hilario, “Autonomías históricas: autonomía yaqui”, op.<br />

cit., pp. 121-122. En la obra de Fabila se incluyen también <strong>al</strong>gunos acuerdos y cartas de interés<br />

producidos por el presidente Cárdenas; ver FABILA, Alfonso, Las Tribus Yaquis de Sonora. Su cultura y<br />

anhelada autodeterminación, op. cit., pp. 309-330; AUTORIDADES YAQUIS, Plan Integr<strong>al</strong> de<br />

Desarrollo de la Tribu Yaqui 1983, pp. 28-29<br />

522 SPICER, Edward H., Los Yaquis. Historia de una cultura, trad. de Stella Mastrangelo, México,<br />

UNAM, 1994, pp. 336-337<br />

523 FIGUEROA, Alejandro, “Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui”, Cuadernos del<br />

noroeste de México, México, núm. 7, Hermosillo, INAH, 1985, p. 12. En el hecho de que se les dieran<br />

menos tierras influyó que gran parte de ellas estaban siendo habitadas y utilizadas por otros pueblos<br />

indígenas, así como por mestizos –o yoris, como ellos les llaman— en pequeñas fracciones de tierra,<br />

además de que <strong>al</strong>gunos otros campesinos o indígenas se encontraban sin tierra y a la espera de tener una<br />

pequeña dotación, por lo que el presidente Cárdenas decidió otorgarles a los yaquis las que consideró<br />

suficientes para su aprovechamiento y dejar fuera las que consideró que estaban fuera de su posibilidad de<br />

cultivo. Ver carta dirigida <strong>al</strong> C. Ignacio Lucero, Gobernador de la Tribu Yaqui y firmada por el<br />

Presidente de la República, Lázaro Cárdenas el 26 de septiembre de 1937, en FABILA, Alfonso, Las<br />

Tribus Yaquis de Sonora. Su cultura y anhelada autodeterminación, op. cit., pp. 313-316. En las tierras<br />

que quedaron fuera se encontraban dos de las comunidades tradicion<strong>al</strong>es: Cócorit y Bácum. La Tribu, <strong>al</strong><br />

ver sus comunidades fuera, decidió trasladar sus cabeceras a Loma de Bácum y Loma de Guamúchil.<br />

524 SPICER, Edward H., Los Yaquis. Historia de una cultura, op. cit., pp. 336-337

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!