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que hablábamos en el apartado anterior, que se han generado las más fuertes críticas a la manera
en que se concibe lo indígena como diverso en nuestro país.
La exaltación irreal por un lado, y el reclamo por el reconocimiento de los pueblos
indígenas por otro, se encuentran aún conviviendo a la par con una “especie de racismo
estructural que tiene múltiples expresiones en la vida cotidiana”. 157
Se pregunta Bonfil Batalla: “¿Qué es lo indio para las élites del país, ¿de qué manera
está presente entre la gente linda En general, nadie, en esos medios, reclama alguna
ascendencia indígena. Lo contrario es lo usual: la ostentación de un linaje que tiene origen
europeo.” 158 Y agrega que “[m]irando de frente, entre iguales, los cutis son blancos, los ojos y
los cabellos claros. Nadie habla náhuatl, pero muchos francés y casi todos, hoy, inglés.” 159
Recordaremos, como señalaba Iris Marion Young, a la opresión como forma
fundamental de injusticia cuando algunas personas sufren desventajas e injusticias con motivo
de la práctica cotidiana en una sociedad: limitaciones sistemáticas que, basadas en normas poco
cuestionadas, en hábitos y símbolos institucionales, son impuestas a cierto tipo de grupos de
manera estructural. 160 Pues bien, en ese sentido nos parece que los indígenas aún padecen
opresión por la manera en que son vistos por el resto de la sociedad.
El relato de uno de los asesores del EZLN de sus experiencias cuando se realizaron las
mesas de diálogo entre la delegación gubernamental y el EZLN y sus asesores, nos puede
ejemplificar uno de estos tipos de opresión. Para este asesor lo que experimentó durante los
diálogos es una muestra del modo que la sociedad nacional mexicana tiene “de negociar
golpeando, humillando, insultando. Con el insulto que quizá sea el más grueso, el de la
displicencia, el de no tomarte en cuenta, ni siquiera insultarte, porque basta con decir una frase
en la que te quede claro que eres muy poco para ellos [...] . Ese menosprecio continuo, goteo por
goteo [...]” 161
Lo cierto es que, como expresa Bonfil, desde que se establecieron las castas en la
colonia y se establecieron divisiones jerárquicas en México, existe –y eso no ha cambiado con el
157 KROTZ, Esteban, “El indigenismo en México”, op. cit., p. 174
158 BONFIL, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, op. cit., p. 92
159 BONFIL, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, op. cit., p. 92
160 YOUNG, Iris Marion, Justice and the politics of difference, Princeton, Princeton University Press,
1990, pp. 39-41. Ver capítulo 3.1. de este trabajo
161 BERMEJILLO, Eugenio (entrevistador), “Los actores del diálogo: señales para un largo camino”, en
HERNÁNDEZ NAVARRO, Luis y VERA HERRERA, Ramón (comps.), Acuerdos de San Andrés,
México, México, 1998, p. 126