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integridad de su territorio. Después de haber perdido la guerra contra Estados Unidos se
instauró un programa de creación de símbolos con fuerte sentimiento nacionalista. 161
Durante la década de 1860 se fueron instituyendo en los municipios juntas patrióticas
para organizar festivales en las fechas señaladas por el calendario patriótico, como el grito de
independencia el 15 de septiembre de 1810, el triunfo ante el ejército francés el 5 de mayo de
1862 y luego se añadió también el triunfo del 2 de abril de 1867. Los liberales veían en las
escuelas laicas un instrumento para consolidar las Leyes de Reforma y debilitar el monopolio
ideológico de la iglesia. 162
Los políticos e intelectuales de la llamada generación de la Reforma (entre los que se
encontraba Benito Juárez) tenían como tareas “construir una república asentada en leyes;
infundirles a los ciudadanos un espíritu nacionalista; y definir los medios para alcanzar esas
metas, que a la postre fueron la educación, la literatura, las artes, los símbolos nacionales y el
fortalecimiento del Estado.” Esta generación, que se enfrentaba a una serie de problemas como
desigualdad económica y social, conflictos políticos, así como los amenazantes intereses
militares y caciquiles, veían también como un problema a la “división étnica”. Consideraron
que debía aspirarse a la “unidad del país por la vía del respeto a la norma constitucional, la
educación cívica y la creación de símbolos que apelaran al sentimiento nacional.” Pensaban que
una de las formas de crear este “carácter nacional” sería a través de la historia y la educación. 163
Esta nueva generación de intelectuales buscaba, a través de la educación, la difusión de
sus ideas liberales a toda la nación; “[e]l tipo de liberalismo que fue tomado sobre todo de la
experiencia norteamericana, no constituía una simple bandera política, sino un programa para
educar al hombre latinoamericano, para hacer de él un hombre distinto del que hiciera la
Colonia.” 164
Después del período de guerra que se dio entre liberales y conservadores, incluyendo el
establecimiento, por tres años, de una monarquía pactada entre el imperio francés y los
conservadores mexicanos a través del nombramiento del archiduque Maximiliano de Habsburgo
161 FLORESCANO, Enrique, Etnia, Estado y Nación. Ensayo sobre las identidades colectivas en México,
op. cit., p. 379
162 FLORESCANO, Enrique, Etnia, Estado y Nación. Ensayo sobre las identidades colectivas en México,
op. cit., pp. 351-352
163 FLORESCANO, Enrique, Etnia, Estado y Nación. Ensayo sobre las identidades colectivas en México,
op. cit., p. 380
164 STAVENHAGEN, Rodolfo (coord.), Derecho indígena y Derechos Humanos en América Latina, op.
cit., p. 39