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La práctica de la atención plena

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Resulta paradójica <strong>la</strong> inconsciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas que<br />

nos interrumpen y no nos <strong>de</strong>jan concluir lo que estamos<br />

diciendo, lo que pone <strong>de</strong> relieve que, en muchos casos,<br />

ni siquiera nos están escuchando. De esa inconsciencia se<br />

<strong>de</strong>riva, precisamente, <strong>la</strong> sorpresa y hasta el enfado con<br />

que suelen respon<strong>de</strong>r cuando se lo seña<strong>la</strong>mos.<br />

También es muy frecuente <strong>la</strong> rapi<strong>de</strong>z con <strong>la</strong> que,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> habérselo comentado e in<strong>de</strong>pendientemente<br />

<strong>de</strong> su sorpresa, vuelven a olvidarlo. Y ello es así porque<br />

se trata <strong>de</strong> un hábito inconsciente que se hal<strong>la</strong><br />

profundamente condicionado y que, en una u otra<br />

medida, todos hemos aprendido. No es difícil advertir,<br />

por otra parte, en una habitación llena <strong>de</strong> hombres,<br />

expresiones maniestas <strong>de</strong> virilidad y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, sea cual<br />

sea el tema que se esté tratando.<br />

Es necesaria mucha fortaleza, aplomo y sinceridad<br />

para que, quien no sabe que interrumpe a los <strong>de</strong>más –lo<br />

que, en un momento u otro, nos incluye a todos– lo<br />

reconozca y asuma. Esa conducta, lo sepamos o no,<br />

reeja una forma <strong>de</strong> narcisismo, según <strong>la</strong> cual, lo que yo<br />

tengo que <strong>de</strong>cir es más importante –en ese momento, al<br />

menos– que <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as o sentimientos que pueda estar<br />

expresando otra persona, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> quién<br />

sea y <strong>de</strong> lo mucho que le respete, y que, por tanto, no<br />

pue<strong>de</strong> ser postergado. Pero basta con un momento <strong>de</strong><br />

reexión para advertir que ésa es en realidad una forma<br />

<strong>de</strong> violencia sutil –o no tan sutil– que no sólo daña a <strong>la</strong><br />

persona que acabamos <strong>de</strong> interrumpir (y, por tanto,

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