Bajar documento - La nueva concepción de la historia

intervención epistemológica en el pensamiento propio: práctica de vigilancia de las
operaciones organizadoras del discurso ideológico-teórico “construido” -Manuel Castells,
Emilio de Hípola: Práctica epistemológica y lucha de clases). ¿Cuáles son las condiciones
materiales que han hecho surgir las presentes ideas? –Marx, Lenin, Biessonov- (puntos de
vista consumadamente ideológicos, en la medida en que su formulación se halla sometida a
intencionalidad previa: al “principio partidista”, su función es servir a un interés específico y
declarado: combatir la componente ideológica del poder; esta misión no riñe con la
perspectiva conceptual objetiva sobre la realidad):
a.- La resolución parcial del conflicto histórico de clase.
b.- La necesidad de completar la obra (teórica) proletaria, como hecho objetivo, que debe seguir
leyes.
c.- El interés porque la humanidad encuentre su verdadero rumbo (su destino: su “ventaja
comparativa”), una vez que la cuestión ontológica (automatización) y la social (lucha de
clases) han sido resueltas. Dicho sendero es de tipo cognitivo.
d.- El capitalismo ha sobremadurado lo suficiente; no puede seguirse con la práctica de las
mismas operaciones (“fin de la historia”); el nivel de racionalidad se eleva cada vez más en
la especie 150 , se tornan ridículas –luego- las ocupaciones en las que hoy se aplica la vida,
esto es, fuera de la obra política (transformación revolucionaria del status) y la científica.
e.- El hedonismo se conduce por el camino de convertirse en vergüenza. La humanidad está
madura: puede plantearse el problema actual (insuficiencia en el grado de comprensión del
mundo); su verdadero reto: dotarle de sentido superior a la existencia, el cual viene puesto en
el mismo desarrollo material de la vida.
f.- El Cosmos (en función del grado de desarrollo de la ciencia y de la técnica, y de la
racionalidad) se encuentra listo para receptar las tareas humanas que le abarquen (kaizen:
mejora espiritual continua; a futuro prevalecerá la “cultura”, pero sobre el presupuesto de la
“civilización”).
g.- Ha dado inicio la producción de la “conciencia de sí” del posthumano (Filosofía:
pensamiento en proceso de totalización y objetividad). Todos los seres vivos realizan el
sentido de su vida en la contribución que deben dar al mantenimiento de las condiciones
requeridas para la realización de la vida de todos. El ser humano al principio se halla
sujetado a esta función; luego se manumite de ella, y todas las condiciones de su entorno las
hace “para sí”, en sentido antropocéntrico hacia la producción del ser suprahumano.
Atendida la preocupación en torno del grado de certeza de las presentes notas (la
satisfacción completa –o la decepción- a la inquietud será dada a futuro; por lo pronto toda
animadversión o asentimiento presentes respecto de la idea, son enteramente vanos), anima el
coronado la elaboración del mega“relato” explicativo de la realidad propuesto, el cual atiende
la preocupación personal, el mismo que también opera como lo hace ese biberón, con el que
suelen las madres humildes entretener a los niños a fin de que dejen de “molestar” y les sea
posible pasar a cumplir tareas urgentes; “discurso”, luego, que aborda la necesidad de acceder
a la mayor parte de la sabiduría lograda por el género antes de decesar, para hacerse con
argumentos que permitan justificar la existencia y decir que, como uno de los polos actuantes
en la contradicción “ser/pensar”, éste último aspecto ha triunfado sobre el primero (sobre la
muerte). Epopeya mítica: proeza gigante, que en la práctica se espera, se hace votos, se
exhorta, que sea realizada por las promociones humanas venideras. El viaje de Odiseo
continúa. En la mitología griega lo requerido imposible se realiza en el presente (en aquel
presente de la Grecia antigua, clásica) por mediación de la imaginación artística (Vulcano,
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En un dado momento, en el que el trabajo debía ser la condición de autoproducción del ser humano, el
mecanismo apropiado para superar los problemas sociales mediante la recuperación de la condición de “valor de
uso” de los productos de ese trabajo, era la propuesta consistente, o sea, la producción debía ser retirada de
manos de quienes lo usan como “valor de cambio”. Empero, solamente los sistemas clasistas y, en especial: el
capitalismo, es el orden más adecuado para sustentar el proceso sostenido de desarrollo de las fuerzas
productivas (y para cerebros no sensualistas o folclóricos, el desarrollo material de la sociedad, en la medida en
que dicho desarrollo es la plasmación de las capacidades intelectuales de los seres humanos –y el desarrollo
intelectual llamado “creatividad” es paralelo al desarrollo de las necesidades y del complejo sistema de
exigencias para superar obstáculos-, que a su vez desarrollan la mente e impulsan los procesos de conjunto, es
vital en atención al orden superior al que debe llegar la humanidad); luego, antelarse a destruirlo y a
reemplazarlo por otro estadio carente del criterio sobre el sino humano y tendencialmente inclinado –como
ocurre hoy- hacia el hedonismo como el objeto de la vida, sería muy grave.
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