Bajar documento - La nueva concepción de la historia

poderosamente el desarrollo de la técnica y del pensamiento según la ley del movimiento del
capital, pero que en último término es el medio de promoción de la inteligencia.
Ubicadas en contextos más amplios y en perspectiva la particularidad y la coyuntura
correspondientes con el hecho, se ve: ¿cómo es de diversificada (grado máximo de división
técnica del trabajo), organizada (“planificada”) por propio requerimiento inmanente, y
profunda (compleja) esa economía (la gringa)? La misma, constituye un proceso intermedio
entre automatización y manufactura: entre uso de materia humana y materia mecánica (retraso
técnico, que ahora le es favorable, pero que encierra en potencia traumas sociales a futuro en
la competencia frente al resto de parnerts neoimperiales); producción y consumo, mediado
por el intercambio, en cadenas complejas bien eslabonadas de requerimientos entre sí,
espacialmente distribuidas en todo el Hinterland, coordinadas por centros urbanos
dimensionalmente balanceados que acumulan riqueza y desarrollan el conocimiento y la
técnica, en principio en total subordinación a las demandas de la reproducción del capital,
pero, en último término: completamente sometidas al proceso de desarrollo humano. De esa
característica se desprende el “orgullo ‘nacional’”, su confianza y su poder (el poder real de
su moneda), incluso imperial. Imaginación, creatividad, audacia plasmada, que los europeos
han seguido de modo reposado, los japoneses lo han emulado (copiar y mejorar) y de la cual,
chinos, hindúes, pakistaníes y brasileños, son los legítimos herederos. Es la resultante de la
paradójica imbricación entre leyes de la vida (necesidad) y el prurito de la razón: lo que se
llama “destino” (manifiesto). La historia universal fluye de ese modo: de la hominización a la
divinización de la especie. Ahora bien, curioso es advertir, que en el otro lado del mundo el
socialismo práctico, hizo lo mismo, cuando Stalin (hecho que hace decir simplísticamente a
ciertos estudiosos, que el “estalinismo no fue mas, que el desarrollo de las fuerzas productivas
por otros medios”): dos mundos hacia un mismo destino, coadyuvaron cada uno dándose la
espalda para llegar a la transición: época en que todo y nada vale (neopopulismo), se
construye y se deconstruye automáticamente, pero que, en realidad en tal aparente caos y
atomización sobrepuja la vida colectiva sometida a la determinación de la fuerza productiva
de la ciencia. Escenario, no obstante, propicio para el advenimiento de crisis periódicas
permanentes; cada desastre ha sido empleado para ubicar a la vida en una nueva etapa,
superior, como solución; la determinación del progreso: vale lo mismo la industria del sexo, la
protohistoria de la virtualidad cinematográfica, las tareas monetarias ficticias, como la
producción real, en comportamiento sinérgico. Todo el mundo allí (la inteligencia) se halla
entretenido, haciendo lo que debe; y, así vive, se justifica y encuentra sentido para su
presencia.
En la coyuntura de entre siglos, este poderoso sistema-red de necesidades, trabajo y
pensamiento producido por la conjunción entre “lógica histórica” y “lógica real”, ha sido
perturbado por el hipercrecimiento del sector financiero-especulativo; proceso
socioeconómico que persiste por cuanto las necesidades reales, básicas, presionan sobre él,
como debido a la existencia de una extensa, diversificada y desconcentrada capacidad
productiva instalada, encargada de ser la fuente de la oferta; conmocionada también, por el
desarrollo de la automatización, la competencia, efecto de penetración el ella, de la
producción exógena. Esta estructura básica siguen los otros países: la Unión Europea, los
Tigres Asiáticos, Rusia y aceleradamente asume este modelo China. A su vez, a futuro, este
complejo debe ser simplificado, puesto que mucha de esta industria es suntuaria o
directamente inútil para los propósitos que vienen, como el Complejo Militar Industrial. El
capital lo ha desarrollado todo, hasta lo innecesario amparado en los criterios de la libertad de
empresa, de la iniciativa privada y de la creatividad; en adelante, este magnífico, portentoso y
geográficamente desplegado sistema de especialización, esta forma de multiplicación de la
producción y del cambio, al llegar a su punto máximo de desarrollo se revierte, pues, una
sociedad llega al momento cumbre de su existencia en el momento en el que todas las
potencias se han puesto en marcha respecto solamente de los objetivos de una época, lo que es
lo mismo decir: cuando los nuevos valores que se descubren, desolan, mientras que los
usuales se hallan tan claros, que ya no despiertan interés sino indiferencia, así como ocurre
por ejemplo con la moda, con los estilos: la base psicológica de la “ruptura de paradigmas”.
En la actualidad (2009), muchas mentes deploran la existencia del modo de
producción burgués; esta recusación, no estaría lejos de pedir su proscripción histórica: la
substracción del movimiento genérico, de esta fase: dejar un hiato, un vacío, en la historia, en
el sentido de pretender abolir la etapa juvenil en el desarrollo individual. El capitalismo, sin
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