Bajar documento - La nueva concepción de la historia

configuran la subjetividad actuante en los “aparatos de encierro” (escuela, fábrica, cárcel,
manicomio, medios de difusión), en las sociedades “disciplinarias” o “de control” deleucianas
(ahora bien, si las proyecciones wallersteinianas y las moravcianas son exactas –al
capitalismo le restaban 50 años de existencia, a partir de 1990-, la “sociedad de control”, va a
durar poco y representa la frontera del sistema).
La Política como ciencia (tomada esta disciplina en su acepción clásica, esto es como
“convención”) es la expresión ideal de un tramo de las relaciones sociales; como objeto, en
cambio, consiste en el segmento de vínculos grupales humanos de dominación/dependencia,
empero según enfoque procesual, aborda la episódica de lucha de clases por el poder para
mantener o modificar la estructura social. El instrumento (del mismo modo como en la
explotación, el medio es el capital) en la dominación es el “poder” (del Estado), en su
consideración también clásica: postulados de la propiedad, de la localización, de la
subordinación, del atributo, de la modalidad y de la legalidad (Michel Foucault: El
pensamiento de la contingencia; Dr. Francisco Guzmán Marín, Universidad Michoacana,
México 2007); en realidad, el “grupo” que detenta el “poder” actúa a través de la violencia
física e ideológica, mediante represión permanente, que “anula la potencia de los sujetos vía
extrañamiento de la conciencia”. En la misma empresa se reproducen las relaciones sociales
(económicas, políticas, ideológicas): el poder, la dominación; mientras que en el seno del
“capitalista colectivo ideal” (el Estado) se establecen las condiciones que institucionalizan
dichas relaciones. El poder no solamente es el ejercicio correlacionado de “técnicas y
tácticas” en todo el entramado social; de ser así, el conflicto tendría resolución en el plano de
la inteligencia y de la habilidad estratégica (en ese frente del enfoque, coinciden Gramsci,
Foucault, Habermas).
Un proceso orgánico da inicio en un punto, se consolida en él, luego se expande: la
colonia propugna ampliarse en su medio circundante, como lo hace la agrupación de
bacterias; su límite lo pone el entorno: el tamaño de éste o la presencia de otros organismos.
Esta ley absoluta, no puede ser burlada por el capitalismo: luego de su origen (acumulación
originaria), de establecimiento de la fase competitiva, va hacia la monopólica expansiva en
extensión, en la que empiezan a operar los mecanismos internos de autodestrucción y los que
son atribuibles a factores provenientes de su entorno: el marco planetario y las formas de vida
que se le contraponen. La instancia que asegura la reproducción sistémica: la política, emergió
como condición de la base económica, y a cuyos cambios se acomoda en coherencia. La
política, no conceptuada en forma ideológica ilusoria, funcionalista asexuada, o sea: “acción
de servicio”, sino en sentido alegórico clásico: en cuanto superestructura, en tanto relaciones
de dominación/subordinación/reacción real, entre grupos económico-estructuralmente
desiguales y antagónicos, que inextricablemente integrados realizan el poder y su
reproducción. In abstracto, la Política, se reitera, es la disciplina científico-social, que
examina las leyes que gobiernan el proceso de lucha de clases por el “poder del Estado” para
utilizar este aparato, a objeto de conservar o transformar la estructura económico-social.
Ahora bien, a lo interno del poder se presentan contradicciones efecto del desarrollo
desigual en su seno, entre actores que compiten por captar la plusvalía, para lo cual se vuelve
una prioridad el alcanzar la supremacía en el Estado; el capital más fuerte asume la dirección
del Estado, en coyunturas que no son de balance, de debilidad, vacío de poder, proclives a las
alianzas. En el plano transnacionalizado la política se metamorfosea en geopolítica, esto es, en
esfera real de lucha a lo interno del capital (lucha en la que el conflicto de clase queda
subordinado, opacado, implícito) por crear corporaciones interestatales, para disponer de
marcos regionales y globales funcionales al proceso de valorización; strictu sensu, lucha por
la hegemonía (jerarquía de poder) con ese mismo objeto. La geopolítica, por tanto, refiere al
manejo de los aparatos estatales por parte de los grupos económicos hegemónicos, que
imponen su voluntad a lo interno del país y en las relaciones interestatales, situación
contradictoria que opera sin embargo como marco de desenvolvimiento de los capitales
menores y de la sociedad en general. La urdimbre interestatal polarizada encargada de
mantener el orden mundial, facilita la producción de plusvalía, la extracción y la
concentración en los grupos corporativos más poderosos (terrorismo financiero). La evolución
desigual entre grupos económicos globales, la competencia y las crisis producen permanentes
tensiones bélicas peligrosas.
El argumento expuesto en líneas precedente, está claramente situado en el nivel global:
al frente del poder económico mundial se ubica el capital financiero; el poder político cuasi
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