11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

comía su merienda acompañada de cerveza.Koontz prefería los sándwiches de cebolla conmucha mantequilla de cacahuete. Henry, alenterarse, se había estremecido pensando: "Y luegodicen que los locos estamos todos encerrados."Esa vez la voz no llegó desde la luna.Esa vez surgió bajo su cama.Henry la reconoció de inmediato: era la deVictor Criss que había perdido la cabeza bajoDerry, veintisiete años antes, arrancada por elmonstruo Frankenstein. Henry lo había visto todoy después había visto que los ojos del monstruo semovían y fijaban en él su mirada acuosa y amarilla.Sí, el monstruo Frankenstein había matado aVictor y después a Belch, pero Vic estaba allí otravez, como la reposición de una película en blanco ynegro, de los años cincuenta, cuando el presidenteera calvo y los Buick tenían estribo.Y ahora que había pasado, ahora que la vozestaba allí, Henry descubrió que no tenía miedo. Sesentía sereno, casi aliviado.–Henry –dijo Victor.–¿Vic? –exclamó Henry–. ¿Qué haces ahíabajo?Benny Beaulieu r<strong>eso</strong>pló en su sueño. Lamáquina de coser de Jimmy se detuvo por uninstante. En el pasillo, Koontz bajó el volumen deltelevisor. Henry Bowers pudo imaginarlo con la1067

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!