11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—V–v–ven a mi ca–ca–casa de–después decenar, p–p–p–pasado mañ–ñana, si pupu–puedes,¿eh?Eddie asintió.Hubo otro período de conversacionesinconexas, casi desarrolladas al azar. Una parte sela llevó el asunto que conc<strong>it</strong>aba la atención deDerry en ese mes de julio: el juicio a RichardMacklin por el asesinato de su hijastro Dorsey y ladesaparición de Eddie Corcoran, el hermanomayor del pequeño difunto. Macklin tardaría aúndos días en derrumbarse y confesar, llorando, en elbanquillo de los testigos. Pero los Perdedoresestaban de acuerdo en que ese hombre no teníarelación con la desaparición del chico:probablemente éste había huido... o "Eso" se habíaencargado de él.El grupo se retiró a <strong>eso</strong> de las siete menoscuarto. La lluvia aún no había caído. Continuóamenazando hasta mucho después de que la madrede Eddie hiciera su segunda vis<strong>it</strong>a (se fuehorrorizada por las firmas del y<strong>eso</strong> y aún máshorrorizada por la decisión de su hijo deabandonar el hosp<strong>it</strong>al al día siguiente); ella habíaimaginado una semana o más de absoluto reposopara que los extremos de la fractura pudieran"asentarse", según dijo.Por fin, las nubes de tormenta se abrieron conel viento. No había caído una sola gota sobre Derry.1391

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!