11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

volvió a mirar.Adrian Mellon, que medía poco más de metrosesenta y pesaba sesenta kilos, pasaba de Garton aDubay y de Dubay a Unwin, en una especie dejuego a tres bandas. Parecía un muñeco de trapo.Lo estaban moliendo a puñetazos, desgarrándolelas ropas. Garton le golpeó en la entrepierna. De laboca le brotaba sangre, empapándole la camisa.Telaraña Garton llevaba dos gru<strong>eso</strong>s anillos en lamano derecha: uno era de la secundaria de Derry;en el otro, que había hecho en la clase de taller,sobresalían las letras D. B. Eran las iniciales deDead Bugs, un conjunto de heavymetal que éladmiraba. Los anillos habían partido el labiosuperior de Adrian destrozándole tres dientes.—¡Socorro! –chilló Hagarty–. ¡Socorro,socorro! ¡Lo están matando!Los edificios de Main Street permanecían aoscuras. Nadie acudió a ayudarlo, ni siquiera de laúnica isla de luz blanca que señalaba la terminal deautobuses. Hagarty no lo entendió: allí habíagente. Él la había visto al pasar con Adri. ¿Eraposible que nadie acudiese en su ayuda? ¿Nadie enabsoluto?—¡Socorro, Socorro! ¡Lo están matando,socorro, por el amor de Dios!—Socorro –susurró una voz muy baja, a laizquierda de Don Hagarty... y luego oyó una ris<strong>it</strong>a.—¡Al agua! –chillaba Garton en ese momento.55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!