11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

naranja.Mike arrojó los últimos fragmentosdirectamente al interior de aquellas faucesabiertas. El pájaro volvió a retirarse aullando derabia, frustración y dolor. Por un momento Mikevio sus garras de reptil. Luego, sus alas batieron elaire y la monstruosa figura desapareció.Un momento después, el chico levantó la cara,casi gris bajo el polvo y los trozos de musgo que losventiladores de aquellas alas habían arrojadocontra él, hacia el repiqueteo de las uñas contra elazulejo. Lo único limpio en su rostro eran lossurcos lavados por las lágrimas.tac.El pájaro se paseaba allá arriba. Tac–tac–tac–Mike retrocedió un poco, recogió más trozos deazulejos y los amontonó ante la boca de lachimenea, tan cerca como se atrevió a ponerlos. Siaquello volvía, él dispararía a quemarropa. La luz,fuera, aún era intensa. Corría mayo y aún tardaríaen oscurecer, pero ¿qué pasaría si el ave decidíaesperar?Mike tragó saliva. Por un instante, los flancossecos de su garganta se tocaron entre sí.Arriba: tac–tac–tac.Ya tenía un buen montón de municiones. En lapenumbra que reinaba allí, más allá de donde elángulo del sol creaba una espiral de sombras482

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!