11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Tendió la mano a Richie, con la palma haciaabajo. Tenía tajos paralelos en el índice, el mayor yel anular. El pequeño apenas había tocado lasuperficie de la fotografía (si acaso tenía superficie)y no tenía corte alguno, pero Bill dijo a Richie, mástarde, que la uña había sido cortada limpiamente,como con tijeras de manicura.—Mald<strong>it</strong>a sea, Bill –dijo Richie. Tir<strong>it</strong>as; era loúnico que se le ocurría. Por Dios, había tenidosuerte; si él no lo hubiera tirado del brazo, <strong>eso</strong>sdedos podrían haber sido amputados–. Tenemosque curar <strong>eso</strong>. Tu madre...—N–n–no te p–preocupes p–por mi m–m–madre.Tomó otra vez el álbum salpicando el piso consangre.—¡No lo vuelvas a abrir! –exclamó Richie,tirándole frenéticamente del hombro–. ¡Por Dios,Billy, has estado a punto de perder los dedos!Bill se lo sacudió. Mientras hojeaba el álbum,en su cara había una sombría decisión que asustó aRichie. Sus ojos parecían los de un loco. Sus dedosheridos marcaron el libro de George con sangrefresca; aún no parecía ketchup, pero lo pareceríacuando hubiera tenido tiempo de secarse. Porsupuesto.Y allí estaba, otra vez, la escena del centro deDerry.582

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!