11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No –dijo–. No podría disuadirme de esto.Pero podría hacerme daño, con guardias o sinellos. No sabes cómo se puso anoche, Kay.—Sé cómo se ha puesto en otras ocasiones –dijo Kay, frunciendo el ceño–, ese idiota se creemuy hombre.—Estaba como enloquecido –dijo Bev–. Losguardias de seguridad tal vez no podrían detenerlo.Así es mejor, créeme.—Está bien –aceptó Kay.Bev pensó, algo sorprendida, que a Kay ladesilusionaba la falta de una confrontación, de unagran ruptura.—Cobra ese cheque cuanto antes –le indicóBev, una vez más– , porque él no dejará decancelar las cuentas. Ya verás.—Claro –dijo Kay–. Si lo hace, iré a verlo conun látigo y me cobraré en especies.—No te acerques a él –le aconsejó Beverly–. Espeligroso. Kay. Créeme. Anoche estaba... –"estabacomo mi padre", iba a decir pero en cambio dijo–.Estaba como loco.—Está bien. No te preocupes. Ve a cumplir contu promesa. Y piensa un poco en lo que vendrádespués.—Si –mintió Bev.Tenía demasiado en que pensar: en lo quehabía pasado aquel verano, cuando ella tenía once673

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!