11.07.2015 Views

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

it-eso-stephen-king

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

navaja de veinte centímetros con incrustaciones defalso marfil en los lados. Un pequeño botóncromado centelleaba en un extremo de esa dudosaobra de arte. Henry lo pulsó. De la ranura saltó unahoja de acero de quince centímetros. Él la, hizobailar en su mano y caminó hacia el escr<strong>it</strong>orio, algomás deprisa.—Mira lo que encontré –dijo–. Sabía dóndebuscar. –Un ojo enrojecido, obsceno, le hizo unguiño–. Me lo dijo el hombre de la luna. –Henryvolvió a enseñar los dientes–. Hoy estuveescondido. Por la noche hice autostop. Un viejo merecogió. Le pegué. Creo que lo maté. Arrojé elcoche a la zanja, en Newport. Cuando estaba en loslím<strong>it</strong>es de Derry, oí esa voz. Miré en unaalcantarilla y encontré esta ropa. Y la navaja. Minavaja.—Te estás olvidando de algo, Henry.El enajenado, sonriente, se lim<strong>it</strong>ó a sacudir lacabeza.—Nosotros escapamos y tú también escapaste.Si "Eso" nos busca a nosotros, también te busca ati.—No.—Yo creo que sí. Tal vez vosotros hicisteis eltrabajo de "Eso", pero "Eso" no suele hacerfavor<strong>it</strong>ismos, ¿verdad? Mató a tus dos amigos ymientras Belch luchaba, tú escapaste. Pero ahorahas vuelto. Creo que eres parte de su plan sin1592

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!